lunes, diciembre 09, 2024

Internacionales

EL MUNDO: Europa bajo miedo

Sharing is caring!

El hombre que el lunes se estrelló deliberadamente contra un furgón de gendarmería en los Campos Elíseos, en la capital francesa, tenía «9.000 municiones» a bordo de su auto, reveló France Info.

En su casa además fue hallado un verdadero arsenal, como barriles de pólvora, mientras se reveló que estaba fichado por los servicios tunecinos desde 2013, y que esa información la conocían los colegas de Francia.

El premier Edouard Philippe dijo hoy en televisión que «nadie puede estar satisfecho si alguien fichado podía seguir beneficiándose» con la portación de armas.

Interrogado por BFM-Tv sobre el atentado en los Campos Elíseos, cometido por alguien radicalizado que tenía autorización para usar armas, el premier dijo: «nadie puede decirse satisfecho, y ciertamente no yo, si alguien que era señalado podía continuar gozando de esta autorización».

Adam Lotfi Djaziri se estrelló deliberadamente contra un furgón de Gendarmería en los Campos Elíseos, en la capital francesa con «9.000 municiones» en su auto, reveló France Info. Había nacido en Francia en 1985, era hijo del tunecino Mohamed Djaziri y de la polaca Edfij Paflantiç.

Era conocido en los servicios de Túnez que lo habían señalado a sus colegas franceses en 2013, informaron medios locales.

Las mismas fuentes precisaron que Lotfi viajaba a menudo a Túnez, donde frecuentaba ámbitos del fundamentalismo islamista, en particular el grupo considerado terrorista por las autoridades de ese país, Ansar Al Sharia. Según la investigación, el hombre murió a causa del incendio en el habitáculo del Renault Megane, tal vez por la explosión de las municiones, junto con una bombona de gas, una kalasshnikov y dos pistolas.

Según France 2, en el pasado, el hombre había viajado entre Francia y Turquía por su actividad del comercio del oro.

Fichado con una letra «S» por los servicios para las personas identificadas como radicalizadas de riesgo, el atacante era titular de la autorización de portar armas, regularmente renovado en febrero pasado.

Al respecto, la dirigente ultraderechista Marine Le Pen escribió hoy en su cuenta en la red social Twitter: «No sólo dejan a pie a quien está fichado como «S», sino también» podía portar armas. «Están locos o qué?», se preguntó la líder del Frente National, y se preguntó cuándo se «pondrá fin a todo esto». Hoy también trascendió que el atacante había «prestado juramento al Estado Islámico».

Así surge de una carta hallada por los investigadores, según una fuente cercana a la causa citada por la prensa local. Durante toda la noche, los agentes de los operativos antiterroristas revisaron la comuna de Plessis-Pâté, en el departamento de Essone, donde el atacante vivía con sus familiares.

Hubo cuatro arrestos: la mujer, el hermano, la cuñada y la madre. Cerca de su domicilio, precisó BFM TV, se encontró todo lo necesario para fabricar una bomba. También fueron secuestrados dos celulares y una computadora.

Sin antecedentes judiciales, estaba fichado por radicalización desde 2015. Un año antes, en septiembre de 2014, las autoridades tunecinas habían emitido un mandato de arresto por hechos de terrorismo que se remontaban a 2013.

Además, estaba entre los códigos «J» de Interpol, lo que significa que a las autoridades francesas se les pidió no detenerlo pero sí vigilarlo de modo discreto, avisando a los servicios tunecinos que lo buscaban desde hacía tiempo. Mañana, en tanto, el ministro de Interir Gérard Collomb presentará el consejo de ministros el nuevo proyecto de ley antiterrorismo para «vigilar individuos como este, evitando por lo tanto atentados».

Es probable que Francia los individuos radicalizados sean más numerosos que los agentes en condiciones de seguirlos.