Setenta nuevos tratamientos en los últimos seis años, más de 100 mil millones de dólares de inversión anual en esa batalla, pero las curas son demasiado costosas para los enfermos y los expertos hablan de «toxicidad financiera».
Uno de cada cinco pacientes oncológicos en Italia corre el riesgo de quedar en bancarrota debido a los gastos insostenibles que suelen generar los costosos tratamientos contra el cáncer y sus curas.
La denuncia, a través de un informe a cargo de la Asociación Italiana de Oncología Médica (AIOM), fue lanzada en ocasión del 53 Congreso de la Sociedad Estadounidense de Oncología Clínica (ASCO) que abrió hoy sus puertas en Chicago, con la participación de más de 30 mil especialistas de todo el mundo.
Los oncólogos italianos hablan directamente de «toxicidad financiera» para graficar las crisis económicas individuales que los enfermos deben agregar a su cuadro ya de por sí complicado, que muchas veces deriva en precariedad laboral o directamente en despidos en muchos casos.
La atención de los especialistas, a nivel mundial, se focalizó en el tema de la sustentabilidad de las terapias: por un lado, los tratamientos innovadores permiten mejorar la supervivencia, volver crónica o directamente vencer, en los casos más afortunados, a la enfermedad; pero, por otra parte, exponen a los servicios de Salud al desafío de solventar la cobertura médica necesaria.
Un dato ilustrativo por sobre todos: más de 20 tipos de tumores fueron encarados con uno o más de los 70 nuevos tratamientos lanzados en los últimos seis años, llevando el gasto mundial en la lucha contra el cáncer hasta 107 mil millones de dólares en 2015. Está previsto además un aumento que llegará a los 150 mil millones de dólares en 2020.
«Era un problema limitado a Estados Unidos, pero hoy golpea a Italia. Un análisis de 16 experimentos conducidos entre 1999 y 2015, en el cual participaron 3760 pacientes italianos con tumores de pulmón, mamas y ovarios, evidenció que el 22,5% sufría de ‘toxicidad financiera’ y un riesgo de muerte en los meses y años sucesivos del 20% más respecto de enfermos sin problemas económicos», le explicó a ANSA Carmine Pinto, actual presidente de la AIOM.
«El análisis fue llevado adelante por el Instituto Nacional de Tumores ‘Pascale» de Nápoles, y se trata de datos preocupantes porque evidencian como el contragolpe financiero debido a la enfermedad repercute en un empeoramiento del pronóstico», agregó Pinto.
Pero el problema se extiende a los presupuestos de los Estados y el gasto sanitario público italiano no puede seguirle el paso a Europa occidental: en 2015, el gasto en Salud total absorbió el 9% del PBI, contra el 10,4% destinado por Europa Occidental.
Siempre en 2015, en Italia el gasto en fármacos anticancerígenos fue equivalente a 4.175 millones de euros, con un incremento del 7,1% respecto al 2014.
«Fue introducido por primera vez por parte del gobierno un fondo de 500 millones de euros destinados a remedios oncológicos innovadores. Una decisión importante que representa el punto de partida para un ‘Pacto contra el Cáncer’, que sume instituciones y clínicas», contó Stefania Gori, presidenta electa de la AIOM.
Una solución para la racionalización y mejora de gestión del gasto, destacaron los oncólogos, está, por ejemplo, representada por las Redes Oncológicas Regionales, dirigidas a la gestión global del paciente con una reducción de los mal gastos o tratamientos inapropiados.
Aunque, admitieron, las Redes se hallan operativas apenas en seis regiones de Italia. (ANSA).