En un claro desafío al primer ministro Alexis Tsipras, unos 250 economistas griegos han llamado este viernes a la población a votar el próximo domingo a favor de las severas reformas que proponen el Fondo Monetario Internacional y la Unión Europea a cambio de financiación.
Tsipras pide a la población decirle «no» a la troika de acreedores: la Comisión Europea, el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El colectivo opina que el plebiscito va más allá de aceptar o no las propuestas de los acreedores. «Nuestra respuesta unísona a la pregunta real del referéndum es el sí. Sí a Europa», se destaca en el texto.
Al mismo tiempo, los economistas instaron a los acreedores a tomar medidas para impedir que siga cayendo el Producto Interior Bruto (PIB) del país, que durante el periodo del rescate se desplomó un 25 por ciento.
«El programa de consolidación fiscal, trazado con nuestros socios de la UE y otros acreedores, como el FMI, debe llevar a consecuencias mínimas y prever un alto nivel de protección social para posibilitar el crecimiento económico y la creación de empleos en el sector privado», subrayaron los científicos.
A la campaña que ha fragmentado al país se ha sumado también un grupo de 16 generales retirados que exhortan optar por la permanencia de Grecia en Europa.
Aunque no instaron directamente a apoyar las propuestas de los acreedores, remarcaron que «las decisiones dolorosas son necesarias».
Estas declaraciones no tienen precedentes en el país, donde la no injerencia del Ejército en la vida política es un dogma que se cumple rígidamente tras los violentos sucesos que ensombrecieron Grecia entre los años 1967 y 1974 cuando gobernó la dictadura de los coroneles.
El clero tampoco se ha quedado al margen de la polémica. El arzobispo de Atenas Jerónimo pidió votar «por la unidad y por Europa», apelando al patriotismo. Unas palabras que cosecharon muchos comentarios negativos en Internet.