El argentino Matías Ola, de 30 años, y la inglesa Jackie Cobell, de 60, cruzaron a nado el Estrecho de San Carlos y unieron las Islas de oeste a este para dar «un mensaje de paz, amistad y armonía en memoria de los caídos, considerando que no vale la pena seguir sembrando enemistad».
«Lo logramos. Nadamos uniendo las dos islas en 2 horas 37 minutos. Fueron seis kilómetros, todo fue extremo y un gran trabajo en equipo», posteó el tucumano Ola en su cuenta de Twitter, y remarcó que el cruce se realizó «sin banderas políticas, sin límites geográficos, esparciendo en cada brazada la paz, la unión y la alegría».
La travesía comenzó el viernes a las 9:21 y concluyó a las 11.55, tras recorrer 4,2 kilómetros sin traje de neoprene: «Fue un nado muy extremo, con olas que por momentos superaban los dos metros, pero gracias al trabajo en equipo logramos una travesía perfecta», contó el joven nadador, que forma parte del proyecto «Unir el Mundo», que busca «la unión de los continentes a través del nado».
Y agregó: «Lo logramos por la paz, la amistad y armonía en memoria de los caídos. No vale la pena seguir sembrando enemistad».
El Estrecho de San Carlos es un lugar simbólico, ya que allí se produjeron los enfrentamientos entre los buques británicos y los aviones argentinos durante la guerra de 1982.
Cobell, reconocida por haber nadado en el Canal de la Mancha por casi 29 horas y conseguir el récord mundial a la deportista que más tiempo permaneció en el agua y logró cruzarlo de manera individual, agradeció a Ola por su «bondad, visión, determinación y fuerza para conducir la travesía en esta maravillosa experiencia simbólica».
«Formamos un equipo de muchas nacionalidades y juntos alcanzamos el éxito de cruzar el Estrecho. Esperamos sinceramente que nuestro gesto de paz y buena voluntad haya dejado una duradera impresión de amor en nuestros corazones y nuestros países», subrayó la mujer, quien ganó varias medallas de oro en campeonatos mundiales de natación de invierno y fue la primera inglesa en nadar 1000 metros a 0 grados centígrados dentro del Círculo Polar, logrando el primer puesto.
Ola, quien había conocido a Cobell hace unos tres años en Siberia «cuando estaba en pleno debate el tema de la soberanía de las islas», contó que cuando se vieron surgió la iniciativa: «Teníamos que nadar en las islas Malvinas para crear un mensaje de paz».
«Admiro a Jackie Cobell por su fortaleza y por poner el cuerpo ante todo, y en nuestra memoria quedará siempre esta experiencia de habernos unido por la paz y amistad esperando que nuestro ejemplo refleje las buenas acciones que todos podemos hacer por un mundo mejor», enfatizó. TELAM