Por Antonio Elio Brailovsky
Queridos amigos: Hay un episodio de la Última Cena, que a menudo se suele olvidar, tal vez por presión de los sectores más poderosos.
Están acondicionando la mesa y, por los nervios del momento, los discípulos comienzan a discutir entre ellos por los lugares que ocuparán. Esta claro que el Maestro ocupará el sitio más destacado, pero, ¿quién se sentará a su derecha, quién a su izquierda? ¿El más sabio, el más viejo? ¿Con qué criterio se asignarán los puestos en ese acontecimiento que todos intuyen será muy importante?
Y Jesús les dice que los reyes gobiernan y dominan a los pueblos como señores absolutos, pero que entre ellos «el mayor sea como el más joven y el que gobierna como el que sirve» (Lucas, 22; 26).
Las obras de arte que acompañan esta entrega son dos fotogramas de la película Gringo Viejo de Luis Puenzo, protagonizada por Gregory Peck y Jane Fonda, ambientada en la Revolución Mexicana y basada en la novela de Carlos Fuentes.
Allí se muestra uno de los intentos de igualar los que gobiernan y los que sirven.
En la escena que hemos elegido, los campesinos invaden el palacio del hacendado que los domina y llegan hasta el gran salón estilo Versalles. Allí ven otro grupo de campesinos que avanzan hacia ellos y que van repitiendo cada uno de sus gestos, hasta que uno de ellos grita: «¡Somos nosotros!». Así conocen los espejos.
Por un 2010 que iguale los que gobiernan y los que sirven.
Un gran abrazo a todos