Material enviado por Leticia Ilariucci
El cambio climático que está experimentando el planeta no puede tomarse como un tema más, como uno mas de los males que en los días que corren afecta a la vida sobre la Tierra. Es, sin lugar a dudas, un tema central, absolutamente relevante y urge tomar importantes medidas al respecto.
Si la humanidad en su conjunto no encara a la brevedad un cambio drástico en la matriz energética, reduciendo a la mínima expresión posible el uso de las energías fósiles, mutando hacia el uso de energías limpias y renovables, en un futuro muy próximo estaremos ante un panorama climático verdaderamente apocalíptico.
De los casi 600.000 millones de toneladas de carbono que había en la atmósfera al inicio de la Revolución Industrial, hoy superamos los 750.000 millones. En este contexto y analizando la procedencia de tan descomunal aumento, encontramos que el 90% de las emisiones de CO2 proviene de los países del Norte.
Las emisiones de gases de efecto invernadero afectan el calentamiento de 30 a 50 años después, por lo que hoy estamos viviendo las consecuencias de las emisiones de las décadas del 50 y 60, cuando el consumo era mucho menor al actual. Por lo que el panorama se ve bastante desalentador.
En todo el globo las tormentas, sequías e inundaciones extremas causan estragos nunca antes vistos. El hielo del Ártico se ha reducido entre un 15 y un 20 por ciento en los últimos 30 años. El clima ártico se está calentando ahora rápidamente y se proyectan cambios mucho más grandes. Las temperaturas del Ártico están elevándose casi el doble del promedio global. Y el efecto causado es difícil de dimensionar.
Mientras que China e India, dos de los principales emisores de gases que causan el efecto invernadero, han anunciado ambiciosos planes para contrarrestar el cambio climático, aunque aun no han sido detallados, la posición de Estados Unidos continúa siendo una gran interrogante.
Mientras EE UU reclama a los países en desarrollo, y en especial a India y China, recortar las emisiones, los poderosos lobbies empresariales que actúan sobre el capitolio de ese país dificultan las iniciativas de cambio, ejerciendo fuertes presiones por mantener sus niveles de ganancia en detrimento del clima del planeta entero.
Nos acercamos a pasos agigantados a la posibilidad de que la superficie de una gran parte del planeta se torne inhabitable para gran cantidad de especies vegetales y animales y verdaderamente hostil para muchas de las que logren cierta adaptación a las nuevas condiciones.
Durante estos meses estamos transitando un período de negociaciones con vistas a la gran conferencia sobre el clima que se celebrará en diciembre en la capital danesa de Copenhague, con la participación de más de cien países.
Para muchos ya es demasiado tarde, pero para muchos otros aun estamos a tiempo. Como nunca antes, el futuro de la humanidad y de todo ser vivo sobre la Tierra se encuentra en unas pocas manos. Será muy importante en este período apoyar desde cada uno de nuestros lugares y de la forma que podamos hacerlo, las acciones de los movimientos ecologistas de cara a diciembre. Nos reencontramos la próxima semana, con una nueva entrega de esta publicación.
Ricardo Natalichio
Director
rdnatali@ecoportal.net
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