El Gobierno de Salta anunció la culminación del Ordenamiento Territorial de sus Bosques Nativos que establece que podrán habilitarse desmontes por más de un millón y medio de hectáreas, lo que representa cerca del 20% de los bosques nativos de la provincia.
“Es muy importante que Salta haya concluido el Ordenamiento Territorial de sus Bosques Nativos y que el mismo proteja de las topadoras el ochenta por ciento de sus bosques y a los territorios que ocupan y utilizan las comunidades indígenas. Sin embargo, teniendo en cuenta la emergencia forestal en la que nos encontramos, consideramos excesiva la superficie que estará expuesta al desmonte, lo que permitirá a la provincia mantener su ritmo actual de deforestación por más de una década”, señaló Hernán Giardini, coordinador de la campaña de Bosques de Greenpeace.
Mediante un decreto, el Poder Ejecutivo salteño reglamentó la ley provincial 7.543, aprobada en diciembre último, que incluye el mapa de Ordenamiento Territorial de los Bosques Nativos de la provincia. El mismo establece: 1.294.778 hectáreas en la Categoría I – Rojo (áreas protegidas, no se permite desmonte ni aprovechamiento forestal), 5.393.018 hectáreas en la Categoría II – Amarillo (permite aprovechamiento forestal, no permite desmontes), y 1.592.366 hectáreas en la Categoría III – Verde (permite su desmonte parcial).
Con esta zonificación, la futura autorización de desmontes para el desarrollo agrícola y ganadero en la provincia de Salta queda reducida a las zonas establecidas en la Categoría III – Verde (el 19,23% de sus bosques) previa aprobación de un estudio de impacto ambiental y la realización de una audiencia pública. Las zonas en las que podrán solicitarse habilitaciones para desmontes fueron concentradas en regiones que en los últimos años vienen sufriendo el avance de la frontera agropecuaria.
“Con el Ordenamiento Territorial de sus bosques la provincia de Salta da un paso muy importante, pero con un alto costo ambiental. Es fundamental que se controle el avance de la frontera agropecuaria y se revise periódicamente el impacto de la deforestación para en el futuro mejorar esta zonificación. En ese sentido, esperamos que los estudios de impacto ambiental y las audiencias públicas que deberán realizarse antes de aprobar un desmonte se hagan de manera seria y garantizando la plena participación de los sectores involucrados”, afirmó Giardini.
Salta es una de las provincias con mayores niveles de deforestación del país. Según datos de la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación, entre 1998 y 2002 la superficie deforestada en la provincia fue de 194.389 hectáreas, mientras que entre 2002 y 2006 se duplicó la superficie desmontada, alcanzando las 414.934 hectáreas. La superficie históricamente deforestada en la provincia asciende a dos millones de hectáreas.
Durante el año 2007, en plena discusión parlamentaria por la Ley de Bosques y evitando la moratoria que la norma establece, el gobierno de Salta autorizó en una clara actitud especulativa el desmonte de cerca de medio millón de hectáreas.
Luego de un amparo presentado por varias comunidades indígenas y campesinas, la Corte Suprema de Justicia de la Nación suspendió los permisos para las actividades de tala y desmonte en los departamentos de Orán, San Martín, Rivadavia y Santa Victoria hasta tanto la provincia realice un estudio de impacto ambiental acumulativo de la deforestación y finalice el Ordenamiento Territorial que establece la Ley de Bosques.
A partir de la sanción y reglamentación de la Ley provincial de Ordenamiento Territorial de sus bosques nativos, Salta cumple con lo dictado por la Ley nacional de Bosques y está en condiciones de recibir el Fondo Nacional para el Enriquecimiento y la Conservación de los Bosques Nativos (cerca de mil millones de pesos al año) a distribuirse entre las provincias que sancionen por ley provincial el Ordenamiento Territorial de sus zonas boscosas, con el objetivo de fortalecer la capacidad técnica y de control, compensar a los titulares que realicen tareas de conservación y manejo sostenible, y para fomentar las actividades productivas que los pequeños productores rurales y comunidades indígenas realizan en los bosques. — Greenpeace Argentina