El alineamiento con el Gobierno Nacional se sustenta en hechos concretos que han surgido de la mesa de diálogo con los sectores del campo: se puede hablar de soluciones para el sector con planteos hacia el futuro.
Es innegable la voluntad que ha tenido el Gobierno Nacional de atender la problemática a lo largo de todo el conflicto que se ha desarrollado con el campo. La Señora Presidenta ha mantenido tres horas de reunión con la mesa de enlace y el Jefe de Gabinete y los funcionarios de mayor jerarquía del gobierno nacional, trabajaron más de 50 horas en tratar de resolver los problemas.
Hoy se han generado soluciones para muchos de ellos. Por ejemplo, existe un sistema de compensaciones federales que distingue entre pequeños y grandes productores; que distingue entre los que se ubican en la zona pampeana y la extra-pampeana; que incluye no solamente las compensaciones para los pequeños productores de soja y girasol que hayan producido hasta 500 toneladas de grano, restituyéndole un nivel de retenciones del 35%, y que si además se le adiciona el vigente un subsidio al flete para aquellos productores que están a mas de 450 Km. de los puertos, hay muchos que hoy tienen retenciones inferiores al 35%.
Hoy está vigente la ampliación del tonelaje de exportación de carne, obviamente salvaguardando el abastecimiento del mercado interno y garantizando el precio de los cortes populares.
Se restablecieron las condiciones para alcanzar el precio pleno para los productores de trigo.
Es fundamental mencionar el trabajo que estamos haciendo con el Banco Nación. Su Presidenta, Mercedes Marcó del Pont, nos brindó a las Provincias la oportunidad de refinanciar a los deudores agropecuarios que estén en dificultades con plazos de hasta 20 años. En Buenos Aires esto implica un conjunto de más1800 productores con problemas de endeudamiento.
En este momento el gobierno nacional y provincial tiene una estrategia en materia de políticas agropecuarias consistente con la profundización del cambio que lidera la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
En materia agropecuaria el desafío es transformar la producción primaria que hace de la República Argentina un proveedor de granos al mundo en un proveedor de productos de góndola a los diferentes mercados internacionales.
Este proceso es el que se ha dado en países que hoy tienen ingresos per cápita muy importantes como Australia, Nueva Zelanda e Irlanda.
El secreto de su éxito fue la diversificación de la matriz productiva primaria, la agregación de valor, el aumento de la oferta y el equilibrio entre la demanda de los mercados externos e internos.
Lo que se está planteando para el futuro es una política donde el comportamiento exitoso que tuvimos en los últimos años en la producción agropecuaria, que ha mostrado indicadores de productividad máximos históricos, comience una nueva etapa. Es que el éxito del pasado no asegura el éxito del futuro.
Por lo tanto creo que tenemos que estar preparados todos para esta nueva impronta. El nuevo camino que propone la Presidenta, que propone el gobernador Scioli para encarar este desafío requiere de un diálogo responsable del que surjan un desarrollo territorial equilibrado, sostenible con inclusión social, con políticas activas cuyo objetivo será redistribuir parte de las rentas extraordinarias entre todos los actores de la cadena productiva agroindustriales, donde mejoremos la productividad, la competitividad, incorporemos nuevas tecnologías y aumentemos y diversifiquemos la oferta.
En eso estamos acompañando al Gobierno Nacional y Provincial en una visión de futuro para que nuestro país ocupe el lugar que el corresponde como exportador de productos agro alimenticios.
Cuando uno analiza las medidas que ya surgieron de la Mesa de Diálogo Nacional, a estas se les suman las políticas provinciales que hemos puesto en marcha como:
– Articulación con el gobierno nacional en el Programa Impulso Ganadero, a partir de esta acción recibirán subsidios para mejorar los índices de parición, y tener mejor calidad de rodeo y más terneros unos a seis mil productores.
– Subsidiar el suplemento alimentario que necesita durante tres meses el ternero de tambo hoy sacrificado a los 3 días, que redundará en un aumento de 800 mil toneladas más de carne cuando se transformen en animales terminados.
– Políticas de aliento a carnes alternativas: ovina, porcina y aviar, otorgándoles facilidades desde el punto de vista crediticia a los productores impulsando la asociatividad y el asesoramiento en materia de calidad genética.
– No se puede tener el dinero para tenerlo los tres meses posteriores en estación con suplemento especial. Los vamos a subsidiar y esto significa 800 mil toneladas más de carne. La diversificación en los distintos tipos de carne, las oportunidades de carne ovina, porcina y aviar; ya sea otorgándole facilidades del punto de vista crediticio, impulsando la asociatividad como también mucho asesoramiento en materia de calidad.
– Estándares sanitarios, mejoramiento genético en colaboración con el con el INTA, el SENASA son llaves para producir más y mejor carnes alternativas.
– Se ha puesto en marcha la Ley del Sudoeste, ya que tendremos en 60 días el fideicomiso que permitirá desarrollar en esta región proyectos como carne sureña, mieles del sudoeste y programas de mediano plazo de forraje. Políticas crediticias como Fuerza Productiva orientadas a la inversión en la actividad primaria, silos retención de vientres, maquinaria agrícola, como en las unidades productivas para agregar valor, como deshidratadoras de leche, frigoríficos para chacinados, faena avícola, salas de extracción de miel, etc.
– Crédito blandos para productores de trigo afectados productores avícolas afectados por la sequía, de esta forma podrán enfrentar el reinicio de sus actividades.
No se puede plantear una ruptura abrupta del diálogo por no comprender que esta es la Argentina agro alimenticia que queremos todos.
Estoy segura de que el campo, que debe estar orgulloso de su éxito, también lo va a estar cuando comprenda que es necesario en el marco de una política agropecuaria la redistribución de una parte de la renta extraordinaria para poder llegar a tener un país que exporte no por un valor de 300 dólares promedio por tonelada, sino que tenga el promedio de 1300 dólares que hoy tienen otros países líderes del mercado agro alimenticio mundial.