jueves, abril 18, 2024

Nacionales

CRISIS CON EL CAMPO: En un documento oficial, el gobernador santafesino Binner sugiere como salir de la crisis desatada en el sector del agro. Veladas críticas a la gestión K.

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Gobernador Hermes Binner

Con la firma de dos de sus ministros (Hacienda, Ángel Sciara y Producción, Jorge Bertero) y citando extrañamente al poeta santafesino José Pedroni, Binner hizo llegar al Gobierno nacional una carta con diez puntos para solucionar el conflicto con el campo.

En el documento, que se inserta en ese contexto de “debate nacional”, se señala que «la problemática del sector agropecuario ha generado un debate nacional”. Este documento identifica 10 medidas que propone como políticas públicas de construcción colectiva para la acción de gobierno» y en él, Binner argumenta que “la aplicación de reglas de libre mercado puede garantizar al sector productivo una mayor rentabilidad, pero a costa de una redistribución regresiva del ingreso”, lo que llevaría, según el primer mandatario provincial, a producir “mejoras en los niveles de producción, pero en un contexto de menor cohesión social que obstaculizan el desarrollo”.

En lo que hace al programa, el gobernador y su gabinete puntualizan en la necesidad de generar “acciones que desarrollen y consoliden la base productiva interna, protejan al consumidor, velen por el medio ambiente, sumen valor a los productos primarios, promuevan la responsabilidad social empresaria y el trabajo decente”.

Diez propuestas para resolver la crisis

Marco institucional

“Es necesario que el diálogo y las propuestas se desarrollen en un ámbito institucional permanente, que reconozca el principio del federalismo y la integración público-privada, en el marco del respeto a la Constitución y las leyes”, tras lo cual se agrega como “espacio institucional adecuado” al Consejo Federal Agropecuario ampliado, para lo que es necesario modificar la ley de su creación (que ya cuenta con una propuesta de la diputada nacional socialista Mónica Fein). Esas modificaciones significarían, para Binner, que se constituya “un organismo vinculante en la definición de políticas agropecuarias”, que “mejore su estructura de constitución previendo la participación de entidades y organizaciones afines a los temas que se desarrollen” y que “modifique su marco reglamentario para permitir trabajar desde el concepto de cadenas de valor».

Sobre las polémicas retenciones, Binner y su gabinete aseguraron que mientras el régimen exista, “se procure la convergencia de rentabilidad entre las distintas producciones agropecuarias para permitir a los productores la rotación de los cultivos, en el marco de un aceptable balance entre actividades”.

“La circunstancial expansión de la soja es, en parte, resultado de la menor rentabilidad registrada en otros cultivos y en la producción cárnica y lechera. De ahí que los productos agropecuarios deben encontrar hoy su equilibrio mediante retenciones diferenciales, con reglas previsibles claramente necesarias para actividades con ciclos prolongados de producción y/o de alto riesgo”, enfatizó, en una embozada crítica a otros conflictos anteriores del gobierno con los sectores de la carne y de la leche.

La propuesta radica en que “las retenciones se revisen cada seis meses o por campaña, para servir a las decisiones de siembra que responda a las variaciones inevitables del funcionamiento de los mercados”. Amén de considerar un régimen de compensaciones, tal medida, para el Gobierno, “no haría perder el carácter móvil que ha sido impreso por el Gobierno Nacional con su última decisión, pero daría previsibilidad a los ciclos de los cultivos”.

En el tercer apartado, que habla de Justicia Contributiva, propone reemplazar paulatinamente las retenciones por los impuestos coparticipables a provincias, municipios y comunas y fortalecer las competencias tributarias de las provincias.

En cuanto a los costos de producción, el gobierno provincial ofreció “aplicar mecanismos que impidan el aumento desproporcionado del precio de los insumos claves, comenzando por aquellos que son ineludibles en las próximas campañas cerealeras, como la del trigo”, al tiempo que “fomenten el desarrollo de la producción nacional de los insumos agropecuarios”.

Por otra parte, Binner propuso que los instrumentos para contener los precios de góndola de productos lácteos, carnes y molinería a través de compensaciones “se revisen” para que la aplicación “sea mas transparente y equitativa en la cadena con resultado positivo sobre todos sus eslabones” y no “distorsionen los precios de intercambio entre los eslabones de la cadena de valor, generando tensiones”

Excedentes exportables

Siempre hablando de la producción agropecuaria Binner llamó a considerar “la extensión del ciclo biológico del ganado vacuno, que condiciona la producción de carnes y lácteos”, por lo que pidió “reglas que garanticen mayor previsibilidad”. En concreto, el gobierno santafesino expuso que se requiere más producción primaria e industrial, que “van a reaccionar positivamente bajos dos condiciones”: rentabilidad aceptable y conocimiento previo de las reglas”. En otras palabras, Binner propone un cronograma “secuencial y coherente de la apertura de las exportaciones de carne, lácteos y del manejo de los registros de exportación de granos”, así como también “un mecanismo de fijación de volúmenes y precios para un conjunto de productos destinados al mercado interno, desacoplándolos de los precios internacionales”.

“La retención de vientres, la producción de animales pesados para exportación y liberar las exportaciones de vacas conserva”, extendidos reclamos de los sectores aludidos.

Por otra parte, Binner llamó a fomentar la agricultura familiar y pequeña producción agropecuaria, con “un menú de medidas que combine créditos, recálculo de deuda de origen, refinanciación en condiciones favorables y suspensiones de remates”.

Ciencia

El gobierno además, propone el desarrollo de innovaciones clave en sectores relevantes de los agroalimentos, como “nuevas semillas transgénicas, mejoras en genética bovina y porcina, intersiembra, desarrollo de logísticas y marcas propias, entre otras. El mismo se hará bajo la forma de programas especiales, desarrollados de manera conjunta entre el sector público y privado”, explicó el gobernador en el documento.

En cuanto al desarrollo sectorial, el gobernador consideró vital que se logre “la diversificación productiva nacional como parte del desarrollo local y regional”, para lo cual propuso el “financiamiento y otros incentivos para la producción primaria y su industrialización de actividades como la del arroz, algodón, cítricos, horticultura, caña de azúcar, porcinos, caprinos, ovinos y aves, entre otras”

Como corolario, el gabinete afirma, en el décimo punto, que además de las “medidas inmediatas” para resolver la crisis, “es imprescindible una política agropecuaria de mediano y largo plazo concebida como política de Estado. Salir del día a día y hacer de nuestro país un lugar previsible dentro de un mundo cambiante”, un “Plan Nacional Agropecuario” que contenga a todos los planes estratégicos regionales y sectoriales.

En el cierre, el gobernador expuso la realidad de algunos sectores de la provincia: “el 60% de los santafesinos no tienen cloacas y casi el 100% de los que tienen el servicio no tratan sus efluentes”, a lo que agrega que “Santa Fe no tiene vías de comunicación seguras que permitan bajar drásticamente los índices de accidentes”, concluyó, disparando por elevación a otros grandes temas inconclusos de la provincia: demoradas obras de infraestructura y deficientes servicios de los que ahora la administración Binner forma parte.