lunes, diciembre 23, 2024

Opinión

PARO AGROPECUARIO: Cortes de ruta en Juan N.Fernández y Claraz. ¿Cómo sigue la historia?

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Por Horacio Castelli

Desde hace años que Argentina no tiene una política de Estado destinada a la producción agropecuaria. No la tiene el gobierno nacional y tampoco el gobierno municipal. Aunque las medidas no son profundas la provincia de Buenos Aires, si la tiene. Pero, ¿Dónde está Daniel Scioli cuando se producen cortes de ruta en la provincia de Buenos Aires?

No ha habido ninguna apreciación por parte del gobernador Bonaerense sobre el particular, ni a favor ni en contra de los cortes de ruta y del paro agropecuario. Ha dejado todo en manos del gobierno nacional.

Es verdad que las retenciones las determinó el gobierno nacional, pero no es menos cierto que la producción se invierte en la provincia y muchas exportaciones salen por puertos bonaerenses.

Los productores agropecuarios se vieron acompañados por muchos habitantes de ciudades pequeñas y medianas que sienten profundamente en su vida diaria cuando el campo está en dificultades. Hasta ahora los intendentes en su gran mayoria no  han  acompañando estas manifestaciones, al menos en el sudeste bonaerense.

Tampoco, y esto lo venimos remarcando hace tiempo, existen en los organigramas municipales secretarías o al menos direcciones de agricultura y ganadería a pesar que la Tasa a la Hectárea es la de mejor recaudación.

Los detractores del paro agropecuario que llaman oligarcas a quienes protestan son los mismos que ante el avance de los pools de siembra miran para otro lado. ¿Oligarcas los medianos y pequeños productores que no llegan muchas veces a las mil hectáreas?

Hasta aquí lo que los estamentos de poder no hacen por el campo. Ahora, ¿El campo hace algo por si mismo?

No es casual que los gobiernos no implementen políticas vinculadas a la actividad agropecuaria cuando la actividad que mueve la mayor parte de la economía nacional no tiene representantes en los poderes ejecutivos y legislativos.

Los dirigentes agropecuarios no se han preocupado demasiado en armar cuadros de dirigentes políticos, abogados, contadores y comunicadores sociales que puedan legislar y transmitir claramente sus actividades.

La contrapartida son los industriales y los comerciantes que han producido un cuerpo de profesionales que los protegen y realizan lobbys en favor de sus intereses.

Es un momento «bisagra» donde la protesta se puede orientar hacia una pulseada para ver quién es más fuerte o para repensar el país que deseamos entre todos y trabajamos en consecuencia.