sábado, abril 27, 2024

Locales, Opinión

OPINIÓN: La Rendición de Cuentas Municipal y el amperímetro de José

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Por Dr. Osvaldo José Del Barba

Es bastante conocida, entre quienes transitan por las arenas y otros ámbitos todo terreno de la zona de Necochea, la anécdota de José, un viejo lobo de mar que, producto de su habilidad mecánica y sistemática acumulación de hierros en desuso, construyó un arenero con sus propias manos.

En oportunidad de un viaje “off road” por las playas del sur, uno de los participantes de la travesía, viendo el funcionamiento del arenero indicado, le hace la siguiente pregunta ¿José a cuanto venias por la playa? A lo que José contesta: a 14 amperes.

Una respuesta un tanto inesperada que en principio causó risas, pero que luego de analizarla con algo más de profundidad, advertimos que era la única posible.

Su vehículo era tan modesto, que el único indicador del funcionamiento, era un amperímetro.

Por supuesto que no era la respuesta que se esperaba, ni tampoco satisfacía la curiosidad del interlocutor, pero no había otro parámetro y por lo tanto era la única respuesta posible.

La anécdota de José tiene mucho que ver con lo que pasó en oportunidad del tratamiento de la rendición de cuentas del año 2008 de la Municipalidad de Necochea y de muchas otras Municipalidades, y que se va repitiendo año tras año.

Se pretende medir la gestión del Estado Municipal únicamente, a través de un balance donde solo constan datos numéricos y donde los debates transitan por tratar un mayor o menor déficit o superávit y por cuanto más o menos endeudado está el Municipio este año.

Es decir el Estado Municipal, como José, cuentan con un solo indicador: el Balance anual (el amperímetro de José). Pero nada más se puede medir, solo lo cuantificable.

El error está en tener un solo marcador.

Si José hubiera tenido un medidor de presión de aceite, de temperatura de motor, un velocímetro y uno de cantidad de combustible, podría haber tenido una respuesta mucho más precisa y acorde. Su panorama del funcionamiento del vehículo se hubiese enriquecido sustancialmente.

Si el Municipio tuviese una gestión estratégica, del tipo de la que proponemos en el artículo “De la administración a la gestión estratégica del Municipio” en este mismo blog, podríamos contar con más datos que nos darían muchísima mas precisión a la hora de evaluar una gestión.

Mensurar una gestión Municipal a través del resultado financiero, es solo una cuarta parte del análisis, ya que estamos abordándolo desde la llamada perspectiva económico-financiera exclusivamente y abandonando las otras tres perspectivas:

  1. a) La perspectiva del impacto del gobierno al ciudadano.
  2. b) La perspectiva de los procesos y proyectos.
  3. c) La perspectiva del aprendizaje y crecimiento de la institución pública. (Ver en detalle en el artículo mencionado)

Un déficit puede indicar una buena o mala gestión, no necesariamente debe ser mala, ya que pueden haber surgido situaciones no pronosticadas y haber tenido que intervenir en la economía, haberse generado una epidemia inesperada a la que tuvo que afrontarse desde el gobierno Municipal y miles de opciones y ejemplos más. Si midiéramos incluyendo las otras tres perspectivas el análisis contaría con otros parámetros y la conclusión sería mucho más acertada.

Un Municipio puede endeudarse por administrar mal sus fondos, o porque surgió la necesidad impostergable de realizar tareas que le son inherentes en beneficio de la comunidad y no previstas el momento de presupuestar. Esa deuda, que es un número, puede cambiar sustancialmente su concepto según se haya generado en un caso o en otro. La ética del endeudamiento, que en definitiva recaerá sobre generaciones futuras, será

Distinto según el motivo que la generó.

El balance anual, que analógicamente es el “amperímetro” Municipal, es una medida altamente imperfecta por sus limitaciones, ya que mide solamente una parte del problema e induce a errores y discusiones estériles históricamente.

Por eso propugnamos por un Estado Municipal que incorpore la Gestión Estratégica y que adopte el cuadro de Mando Integral o Balanced Scorecard como herramienta de implementación de dicha gestión (ver artículo indicado).

La gestión estratégica se diferencia de la administración tradicional, en que la primera busca obtener resultados en lugar de cumplir instrucciones, pero no resultados exclusivamente económicos, sino resultados que tengan que ver con la Visión de la comunidad y la Misión del Municipio.- Resultados que se traduzcan en mejoras de las políticas sociales, trasparencias en el manejo económico y financiero, planificaciones que garanticen crecimientos, etc.

Un párrafo aparte merece la actuación del Estado Municipal en momento de crisis como el que estamos viviendo. Menos que nunca un resultado económico puede traslucir el éxito de una gestión, si es que el Municipio debió tomar la iniciativa para mantener los niveles de actividad económica del distrito y suplir falencias de los sectores privados o invertir en investigación y seguimiento del avance de la recesión.

Como vemos, una gestión Municipal analizada desde una Rendición de cuentas exclusivamente, puede dar resultados que estén en las antípodas de la realidad. José tenía, con 14 amperes, una buena carga para su acumulador pero podría haber tenido una presión de aceite inferior a la normal (eso no lo sabía).

Con el dato que nos dio, basado en su único indicador, podríamos decir que el vehículo funcionaba bien, pero nada sabíamos de su baja presión de aceite que concluiría con el motor fundido. Así un Municipio superavitario puede esconder falencias en sus servicios y viceversa. Un Hospital Municipal superavitario puede estar ocultando falta de inversión y atención aumentando el porcentaje de muertes evitables.

Podríamos seguir por mucho tiempo dando ejemplos de lo imperfecto de mensurar una gestión a través de un resultado económico y financiero, pero preferimos insistir en la necesidad de mutar desde la administración hacia la gestión estratégica del Municipio.

Esto además conlleva un valor agregado, si bien el Cuadro de Mando integral nació para medir resultados como los indicados, es también una eficaz herramienta para la planificación estratégica.

José, con el tiempo, se dio cuenta de lo útil que sería contar con más información del funcionamiento del vehículo por lo que ya incorporó en su arenero unos cuantos indicadores que complementan al amperímetro.