Él vendió sus bienes en Necochea y depositó 70 mil pesos a nombre de ella. Unos 30 días después del casamiento y la luna de miel, la mujer lo echó de la casa y se quedó con todo.
Se conocieron por Internet y se juraron amor eterno en el altar. Pero 30 días después del casamiento y de que el hombre depositara 70 mil pesos a nombre de su amada -dinero que recibió por la venta de sus bienes en Buenos Aires-, ella lo echó de la casa y se quedó con todo.
El insólito episodio saltó a la luz el miércoles pasado, día en que el hombre, de 59 años, decidió encadenarse al frente de la casa que compartió por escasos días con la mujer que conoció en la Web.
La decisión de Carlos, tal como los pesquisas identificaron al denunciante, motivó la presencia de efectivos de la seccional Quinta y vecinos del barrio Horacio Quiroga del Nuevo Garupá, también conocido como Vivienda Solidaria de Garupá, Misiones.
Justamente, esa fue la última ocasión en que Gladis Esther, de 48 años, fue vista en la zona. Desapareció a bordo de un remís sin dejar rastros.
Carlos es oriundo de la localidad bonaerense de Necochea, donde tiene hijos y hermanas.
Allegados al hombre dijeron que éste conoció a Gladis Esther a través de Internet y que rápidamente coincidieron en conocerse.
Esa relación continuó después de verse la cara y ambos decidieron plasmar ese “vínculo” en el altar.
El casamiento se llevó a cabo en Necochea, el 1 de julio pasado. En nuestra ciudad permanecieron por espacio de diez días, a modo de luna de miel, y luego regresaron a Misiones para instalarse en la localidad de Garupá.
No trascendió en qué momento, si fue en Buenos Aires o Misiones, pero Carlos decidió depositar los 70 mil pesos en una cuenta bancaria a nombre de su amada.
Unos 30 días después del enlace matrimonial, la mujer pidió al hombre que se fuera de la casa. Carlos quedó en la calle y lo peor de todo, sin un peso en el bolsillo.
La mujer, al parecer, habría trabajado en un burdel de Garupá y se hacía llamar la Polaca. Los investigadores continuaron con la pesquisa y pudieron determinar, para sorpresa de propios y extraños, que la mujer se habría casado en primeras nupcias y que jamás se divorció legalmente.
Ahora los pesquisas investigan el episodio por presunta estafa: primero porque la mujer ya estaría casada y segundo, porque el dinero era producto de la venta de una propiedad que no era ganancial.
Hasta anoche el paradero de la mujer era un misterio, como también el destino del dinero depositado en una sucursal bancaria de Posadas.
