Irán anunciará este miércoles la «reducción de los compromisos» suscritos en el marco del acuerdo nuclear y retomará parte de su programa, incluso sin salir formalmente del pacto firmado en 2015.
En la víspera del primer aniversario de la retirada unilateral de Estados Unidos del acuerdo, llega la confirmación de los rumores y versiones que habían estado circulando durante días y que se intensificaron después de que Washington eligió enviar una flota de guerra liderada por el portaaviones Abraham Lincoln y una fuerza de tareas de bombarderos.
En Europa, en tanto, se activó la alarma, y Francia advirtió a Teherán que, en caso de violaciones, se reanudarán las sanciones que están a la vuelta de la esquina.
«No deseamos -dijo una fuente del Elíseo- que Teherán anuncie acciones que sean violaciones del acuerdo nuclear. En tal caso, nos veríamos obligados a aplicar correctamente las cláusulas del acuerdo, a reanudar también nosotros europeos las sanciones».
Se espera incluso el anuncio de posibles nuevas sanciones contra la República Islámica por parte de Donald Trump.
Será el ministerio de Relaciones Exteriores iraní -escribió la agencia estatal IRNA- el que informará oficialmente a los representantes de los países firmantes del acuerdo y ya está lista una carta del presidente iraní, Hassan Rohani, que mañana dará el anuncio en directo por televisión.
La respuesta iraní a las decisiones estadounidenses también se discutió en el parlamento, que se celebró a puerta cerrada, sobre lo cual no se filtró mucho, excepto que discutieron «los detalles de posibles medidas recíprocas», como informó prudentemente el diputado Sodeyf Badri a Fars.
Una decisión mórbida en la forma, dura en la sustancia, que corre el riesgo de llevar las manecillas del reloj hacia años atrás y ofrece al álbum de los recuerdos reuniones recurrentes entre el Ministro de Asuntos Exteriores, Javad Zarif y la Alta Representante para la política exterior de la UE, Federica Mogherini, marcadas en la tranquilidad y la confianza.
Según la agencia semioficial Isna, la medida se incluiría en el marco de los artículos 26 y 36 del acuerdo: el primero, en particular, establece que Irán puede reanudar totalmente o parcialmente sus actividades nucleares si una de las otras partes no respeta el sus obligaciones. El pacto nuclear fue suscrito por Irán y el llamado Grupo 5+1, integrado por Estados Unidos, Rusia, China, Francia, el Reino Unido y Alemania y con él se limitó el programa atómico iraní a cambio del levantamiento de las sanciones internacionales contra Teherán.
El gobierno iraní ya habría informado de su decisión extraoficialmente a los países europeos, a los que reprocha no haber hecho lo suficiente para salvar el acuerdo, a pesar de las afirmaciones de querer mantener con vida el acuerdo después de la ruptura de Trump. Hoy Zarif respondió a través de Twitter a las acusaciones lanzadas el pasado lunes por el Asesor de Seguridad Nacional, John Bolton, calificando a la causa también de «equipo B», el grupo de presión contra Teherán compuesto, además de Bolton, por el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y por príncipes herederos de Arabia Saudita y Abu Dhabi, Mohammed bin Salman y Mohammed bin Zayed, respectivamente.
Para Zarif, «si Estados Unidos y sus clientes no se sienten seguros, es porque los pueblos de la región los detestan y culpan a Irán de no cambiar las cosas».
En tanto mañana el jefe de la diplomacia de Teherán volará a Moscú para reunirse con su colega Serghiei Lavrov: la cuestión del programa nuclear estará en primer plano. (ANSA).