Por ERA
La derrota electoral del 28 de junio de 2009 constituye un grave traspié, marcado por la perdida de casi el 50% de los votos que posibilitaron la reelección del Sr. Intendente, esto solo a un año y medio de aquella contienda electoral.
Tamaño escenario, requiere de un análisis político que no puede ser ligero ni parcial la derrota electoral no se puede explicar solo por el arrastre de las boletas nacional y seccional y el voto anti kirchnerista.
Compartimos la expresión del Sr. Intendente del 29 de junio de 2009, en cuanto a la necesidad de una profunda autocritica, de cambio de mujeres y hombres de su gabinete y de implementar cambios en las políticas de la gestión.
Cambios que no pueden quedar en meras palabras o nuevas promesas que no se cumplen.
El resultado electoral, no es la consecuencia de una campaña donde no se encontró el mensaje adecuado para los vecinos del partido de Necochea, ya que el distanciamiento de buena parte de la ciudadanía con la gestión local, se había reflejado en el ajustado resultado electoral del año 2007, donde el Sr. Intendente obtuvo la reelección. Ese desfavorable estado de opinión que se hizo más palpable desde la reasunción del segundo periodo de gobierno.
La falta de oportuna renovación de funcionarias y funcionarios, con su tiempo agotado ante la ciudadanía, sumado a la emisión de mensajes p0liticos contradictorios y ambiguos desde el ejecutivo respecto del tipo de alianzas o vinculo con el gobierno nacional, la falta de volumen político que rodean a los actos de gobierno y el silencio comunicacional tiñeron el transito de este segundo mandato y fueron abonando el resultado del 28 de junio próximo pasado.,
Es evidente que el silencio en política a veces es virtud, pero muchas es defecto y grave, máxime cuando se tienen funciones de gobierno y se debe comunicar con claridad lo que se hace y porque, para mantener el favor de la opinión publica.
Las circunstancias, apuntadas en los párrafos anteriores, a pesar de haber sido advertidas por muchos correligionarios y comunicado a miembros del gobierno comunal, no fueron tenidos en cuenta y así se llego a la campaña electoral, donde el gobierno aposto al solo argumento de las obras a realizar con aporte nacional y la división del peronismo.
El resultado esta a la vista.
La conclusión se impone, la abultada perdida de votos no esta dada solo por la ola antikitchnerista, no fue casualidad, ni obra de la mala suerte o solo la impronta de circunstancias políticas ajenas al distrito, también tiene que ver y mucho con lo que se hizo o no, o como se lo hizo desde la administración comunal.
Clara autocritica de quienes tienen responsabilidad de gobierno , cambio de políticas en la gestión y una profunda y seria renovación del gabinete, sin distinción entre los cargos políticos o los disfrazados de técnicos, sin enroques ni cosmética, es la consecuencia necesaria de interpretar el menaje de las urnas.
Cambios que deben producirse mas temprano que tarde.
Una derrota electoral no es el fin del camino, ni sus consecuencias inexorables si se interpreta y aprende su menaje.
Pasados varios días desde el acto comicial, los radicales estamos preocupados por cuanto aquellas palabras del Sr. Intendente del día lunes 29 de junio de 2009, no se traducen en los actos que tanto nosotros como los votantes con su voto reclaman.
En efecto el Sr. Intendente ha preferido reunirse con la oposición triunfante, antes que con las autoridades partidarias y los distintos estamentos del partido para poner en marcha esta necesaria nueva etapa. Definiendo con ese comportamiento que el mismo cree que esta situación se resuelve desde su individualidad y no formando parte de un proceso colectivo al cual se debe.
El retiro anticipado del d. Molina de la reunión convocada por las autoridades partidarias para analizar el resultado electoral y los caminos a seguir (llevándose a cabo la reunión sin el principal protagonista), ponen en duda que se este en el camino de poner en acto lo dicho.
La derrota debe parir cambios, unir al partido con la gestión y entre todos encontrar el camino que nos lleve a recuperar el electorado perdido, lo que no se hizo antes hay que hacerlo ahora, no estamos ante un proceso de transición entre este gobierno y el que surja de las elecciones del 2011, sino ante dos años y medio de gobierno por delante con dificultades de todo tipo.
El radicalismo esta dispuesto a acompañar, arropar y ayudar a mejorar el rumbo de la gestión,. Porque esta en juego no solo el gobierno encabezado por el Dr. Molina, sino el proyecto superador que extrajo a Necochea del feudalismo provinciano al que lo sometió el peronismo durante 20 años y al que por falta de memoria se puede volver en un futuro no lejano.
Solo el Dr. Molina puede definir si toma en cuenta la mano que se le extiende o recorre en soledad el tiempo que resta para culminar su gestión de gobierno.