Es como consecuencia de la baja producción. La merma en el stock y el alto consumo de carne por habitante hacen buscar nuevos mercados para comprar. La producción caería a 2,67 millones de toneladas el año próximo.
Por primera vez en su larga historia ganadera, la Argentina podría tener que importar a partir del año próximo carne, como consecuencia de la drástica baja en la producción que se experimentará en los meses venideros.
EL dato surgió a partir de un paper interno -elaborado por la Dirección de Mercados Agroalimentarios- que manejan los técnicos de la Secretaría de Agricultura, en el cual se explicita que la producción de carne vacuna pasará de los 3,11 millones de toneladas pronosticadas para este año a 2,67 millones para 2010.
De concretarse estas proyecciones, no sólo no habría carne para exportar, sino que se estaría ante una situación insólita para el país: tener que importar 1.000 toneladas para satisfacer el mercado interno. Así, la Argentina pasaría de ser la principal exportadora de carne hace cinco décadas, a ser un mercado más que requiere de la provisión externa para satisfacer a su mercado interno.
El actual stock ganadero es de aproximadamente 55 millones de cabezas y podría descender a las 47,9 millones en 2010. Así, la producción de carne vacuna se vería afectada en unas 438 mil toneladas, según consignó el matutino Clarín.