Santilli activa una negociación de urgencia con Llaryora para evitar una ruptura con Córdoba
Tras la amenaza de los gobernadores de «Provincias Unidas» de rechazar el Presupuesto, el oficialismo busca contener el reclamo de Córdoba por el déficit de la Caja de Jubilaciones.
En un giro inesperado, Diego Santilli retomó este martes el diálogo con el gobernador de Córdoba, Martín Llaryora, tras semanas de silencio y «ninguneo» por parte de la Casa Rosada. La urgencia del contacto responde a una señal de alerta máxima: los mandatarios del bloque Provincias Unidas amenazaron con no acompañar el Presupuesto, poniendo en jaque la hoja de ruta económica del Gobierno para el próximo año.
El detonante: El «voto castigo» de las provincias
La reactivación de las conversaciones se produce luego de que trascendiera el malestar profundo en el bloque de gobernadores dialoguistas. Los motivos del enojo son claros:
- Reparto discrecional: El uso de los Aportes del Tesoro Nacional (ATN) para beneficiar a gobernadores del Norte, considerados «más baratos» y «confiables» por el entorno de los Menem.
- Exclusión política: El desplazamiento de representantes de Provincias Unidas en las comisiones clave del Congreso.
- Deuda previsional: La falta de giros de Nación para cubrir el déficit de la Caja de Jubilaciones de Córdoba, que ha obligado a Llaryora a emitir bonos para jubilados de altos ingresos.
La figura de Santilli, bajo la lupa
En los pasillos del Centro Cívico cordobés, la figura de Santilli es comparada con la de Guillermo Francos, aunque con una salvedad crítica: la percepción de que carece de poder de decisión real.
«Está claro que Santilli no toma las decisiones. Los únicos con poder de influencia son ‘Toto’ Caputo, Santiago y Karina con los Menem. El resto es cotillón», sentenció un dirigente del peronismo cordobés.
Pese a esta desconfianza, en Córdoba han decidido otorgar una tregua de 48 horas para evaluar si la Casa Rosada ofrece soluciones concretas o si se trata de una nueva maniobra de dilación.
El «Factor Schiaretti» y la interna cordobesa
La negociación nacional se cruza con un escenario local complejo para el oficialismo cordobés. La asunción de Juan Schiaretti en la Cámara de Diputados sigue en duda tras su reciente cirugía cardiovascular. Fuentes del peronismo local sugieren que su alejamiento no es solo médico:
- Desilusión política: Schiaretti observa que el bloque Provincias Unidas no ha logrado el peso esperado.
- Fricciones con Llaryora: Existen tensiones entre la «vieja guardia» schiarettista y la actual gestión de Llaryora, especialmente por el ascenso de figuras como Miguel Siciliano y la disputa por la presidencia del Tribunal Superior de Justicia.
Escenario incierto
Mientras el oficialismo busca los votos para el Presupuesto y la reforma laboral en el Senado, el «cordobesismo» mantiene la guardia alta. Aunque la amenaza de votar en contra del Presupuesto sigue sobre la mesa, el entorno del gobernador reconoce que la debilidad interna de la provincia complica una confrontación abierta: «Si estamos complicados entre nosotros, menos nos va a dar la nafta para salir a pelear afuera».
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