viernes, abril 18, 2025

Agro

AGRO: Balconenando la crisis…

Sharing is caring!

Héctor Huergo (Clarín)

¿Cómo estás?

Yo, bien. “Balconeando la crisis”, como decía el inolvidable Alberto Hardoy, uno de los grandes talentos de la Segunda Revolución de las Pampas. Algún día te voy a contar más de él… pero ahora me quiero concentrar en lo que está pasando, y los escenarios que se presentan.

Dijimos el sábado que Donald Trump, con su vuelo a la declamada “libertad”, abrió la Caja de Pandora y todos los vicios proteccionistas salieron en vuelo nupcial. El caos es fenomenal . En lo que atañe a nuestro sector, que es como decir a la economía nacional, lo que afloró es el derrumbe de las acciones y la caída del precio de los commodities . Dependemos en buena medida de ellos: los chacrers y el gobierno. La soja cayó un 15% y el petróleo se ubicó por debajo de los 60 dólares el barril, el valor más bajo desde el peor momento de la pandemia.

No faltan los analistas que ahora le gritan el gol en la cara a los productores . Acicateados por el hambre de dólares de la administración Milei/Caputo, ejercían su estatus de “influencers” para recomendar la venta de lo que guardaban en los silobolsas. El argumento era sencillo: el gobierno estaba logrando sostener el ritmo de devaluación del 1% mensual, y frente a las oportunidades del mercado aconsejaban liquidar la cosecha (soja). Y destinar los fondos a la compra de insumos por adelantado, o simplemente aplicar el dinero a inversiones financieras .

Los productores no le hicieron caso, esperando una mejora más fuerte del tipo de cambio que la implementada (con vencimiento el 30/6) por el gobierno, que tenía la esperanza de lograr un mejor ingreso de dólares. Vino lo de Trump y los precios se derrumbaron. “¿Vieron? Yo les decía y no me hacían caso”, sacan pecho.

Fue Trump, y nadie lo sabía. Así que cuidado con irse de mambo. Como dice en X Bumper Crop, un analista que acierta un 50%, es como tirar una moneda al aire, no es un analista, es un astrólogo. Puede caer de un lado o del otro. ¿Dije astrólogo? Bueno, perdón Karina.

Veamos todo. Ahora la guerra que desató Trump tiene el foco en China. La escalada es amenazante. La respuesta de Xi Jingping fue incrementar los aranceles de importación en la misma medida que Trump (34%). Y la respuesta fue inmediata: un 50% adicional para todo.

Pero para los productos agropecuarios, la cosa venía de antes . En febrero pasado, China eliminó más de 300 frigoríficos norteamericanos, impidiéndoles acceder a su mercado de carne vacuna . Y no sólo la ligaron los packers de los EEUU, sino también los de otros orígenes. Sufren Brasil, Paraguay, Uruguay y también Argentina. Habían iniciado un período de investigación (finaliza en agosto) al cabo del cual decidirán cómo seguir. Así que ya estaba blandiendo la espada de Damocles sobre el cuello de todos sus proveedores.

Ahora estaríamos frente a un nuevo escenario: con las últimas represalias, la carne estadounidense queda definitivamente fuera del mercado chino. Es el 15% de sus exportaciones. Eso irá a otro lado, incrementando la oferta y bajando los precios. Pero dejaría menos abastecido a los chinos, con dos efectos: alivio al lobby local, y menos presión sobre sus otros (y principales) proveedores: Brasil, Uruguay y Argentina . Los uruguayos en particular están muy activos con este tema. El titular del INAC (Instituto Nacional de Carnes) dijo esta semana que están recibiendo a altos funcionarios chinos para debatir la cuestión. También se los espera en la Argentina, aunque por ahora no trascendió mucho.

No está mal la estrategia que plantea el diputado Luis Picat (hoy en las filas libertarias) de atender todas las ventanas abiertas que va dejando la guerra de tarifas desatadas por Trump . Esto vale para la carne vacuna, pero también para la soja. La referencia de siempre es Chicago. Sin embargo, conviene mirar atentamente las cotizaciones del mercado de Dalian (DCE, Dalian Commodity Exchange). Se movieron como espejo de Chicago: mientras en el CME la soja perdía un 10%, en Dalián ganaba lo mismo .

Tiene lógica: si EEUU queda afuera por los derechos de importación aplicados por Xi Jingping, la oferta se achica y tendrán que recurrir a otros orígenes . Ya pasó durante el anterior gobierno de Trump. Por eso los agricultores norteamericanos están preocupados y presionan para que su gobierno (al que contribuyeron a encaramar) afloje con China. Saben que con su política, estimularon aún más la producción sudamericana.

Hay muchas más cosas en juego en el nuevo escenario. Es fundamental mirar atentamente la cuestión de los biocombustibles . El etanol de maíz es clave para sostener los precios agrícolas, Un 40% del maíz ya tiene ese destino. Cada vez más aceite se destina a biodiesel. Aparecen nuevas alternativas, como la carinata y la camelina, para elaborar combustible renovable de aviación. Por ahora todo se centra en los aranceles, pero… a no distraerse.

Seguiré balconeando, como para evitar las esquirlas …

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *