lunes, noviembre 18, 2024

Destacadas, Locales, Política

Mariano Valiante: Del papelón a la cobardía

Sharing is caring!

Horacio Castelli

El concejal de Crear más libertad, Mariano Valiante, en la última sesión del Concejo Deliberante de Necochea protagonizó una de los momentos más lamentables de la política necochense.

Acusó sin fundamentos de “arreglos y traiciones”, leyendo (algo que está prohibido por reglamento), a quienes votarían a favor de la Fiscal Impositiva.

Cuando sus pares pidieron una “moción de privilegio”, para pedir sanciones por sus dichos, el edil libertario pidió un cuarto intermedio para poder leer mejor el texto que había expuesto.

Al no aceptar esta ridícula solicitud, Valiante pidió disculpas, perdón y que ratificaba todo lo expresado, aunque después dijo que quiso decir que se rectificaba.

Hasta acá uno de los papelones más importantes registrados en al HCD de Necochea.

Ahora, viene la parte cobarde del concejal libertario Valiante.

En la red social Facebook, en su cuenta personal publica, posteriormente, un video con el fragmento de lo expuesto en el Concejo, por lo cual pidió perdón, consciente de las sanciones que se venían.

Como se puede apreciar a través de este relato, la cobardía de no poder sostener lo que se miente personalmente, luego se publica en las redes con una valentía “digital”, penosa.

Lamentable actitud de alguien que tiene mucho que explicar sobre su gestión como funcionario municipal en el área de producción, durante la gestión de Leonardo Ruggiero, que llevó a la desaparición de varias cooperativas de trabajo.

Quien tiene, una denuncia penal por no devolver herramientas que retiró y pertenecían a esas mismas cooperativas.

Ese mismo político es quién realiza en plena sesión del HCD una acusación muy grave, y sin acudir a la justicia.

Claro, para hacerlo tiene que tener pruebas, porque en la justicia no puede ir con un papel mal leído, que vaya a saber quién se lo escribió.

Patético personaje de la política local, que llegó porque se “adhirió”, a la lista de Javier Milei, sin convicciones y, sobre todo, sin capacidad.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *