A una semana de que se habilite el trabajo en la feria judicial, expectativas por las resoluciones de la justicia. Los detalles del proyecto y el riesgo de las inversiones por las trabas.
La Cámara Federal de Mar del Plata habilitó la feria judicial el pasado 12 de enero tras un pedido de la empresa noruega Equinor e YPF en el que se instó al tribunal a resolver la disputa por la exploración petrolera offshore.
La solicitud a los magistrados de hacer una pausa al receso de verano para que resolver sobre la admisibilidad o inadmisibilidad de los recursos extraordinarios interpuestos contra la decisión que autorizó la actividad, se fundamenta en que la demora del proyecto que podría generar un gran impacto económico en la ciudad y la región, las empresas buscan acelerar la causa. Argumentaron que “se encuentran en una situación de gravedad y urgencia” ante el conflicto judicial que lleva más de un año.
La Justicia levantó la medida cautelar que habían impulsado organizaciones ambientalistas el 5 de diciembre pasado. Pero las mismas elevaron recursos extraordinarios con los que intentan llegar a la Corte Suprema.
“Es esencial contar con cierta certidumbre y previsibilidad respecto al devenir. La actividad requiere de una enorme inversión y planificación”, esgrimieron las firmas. Y también plantearon que la feria judicial imposibilita el tratamiento de los recursos interpuestos por los ambientalistas. Tras el planteo, la Cámara dio lugar a la presentación, por lo que se esperan novedades en los próximos días.
Vale recordar que, en noviembre pasado, se canceló también el contrato con el buque a cargo de la prospección sísmica ante la demora en el fallo de la Cámara. Por lo que ahora las empresas interesadas deben acordar una nueva contratación.
El proyecto en cuestión tiene como objetivo explorar las denominadas “áreas en búsqueda de hidrocarburos”. En CAN_100 y CAN_108, el área de adquisición abarca unos 6.245 km2 de sísmica, la que se ubica a más de 300 km costa afuera de Mar del Plata; mientras que la superficie a explorar en CAN_114 comprende 3.443 km2, y se ubica a más de 400 km de Necochea.
Para las organizaciones ambientalistas, especies como las ballenas, delfines y pingüinos están en peligro por la amenaza de los bombardeos sísmicos que se utilizan para localizar petróleo en el fondo marino. A raíz de ello, exigen información precisa sobre cómo van a ser preservados.
Los riegos de cancelar las operaciones
La idea de la cancelación de la operatoria cobró fuerza a finales de noviembre. Uno de los principales motivos son las idas y vueltas con la justicia, iniciadas en enero de 2022 con la cautelar presentada tanto por el intendente, Guillermo Montenegro -ya retirado- como por distintos grupos ambientales. Las apelaciones y los nuevos pedidos judiciales se llevaron la totalidad del año, al que la empresa considera ya «perdido».
Los noruegos miran con desconfianza la situación. De levantarse la cautelar, barajan la posibilidad de que se les impida la utilización del puerto local, razón primaria para la radicación de la empresa en Mar del Plata.
La incertidumbre se hizo patente en las empresas tercerizadas en asociación con Equinor, dónde la empresa ya circularía la información de una factible cancelación.
Según manifestaron en ese entonces desde una entidad sindical, se habrían perdido 5 millones de dólares a la espera de una definición. A su vez, indicaron que la cantidad de buques sísmicas es muy reducida a nivel mundial y que estos cuentan con otros compromisos. Un hecho en el que hacen hincapié es en la falta de previsibilidad para el avance de los proyectos.
El reciente anuncio de Uruguay de avanzar con proyectos off-shore, también es un aliciente para las petroleras, que entre otros elementos, demandan una voluntad política firme y sostenible. Bahía Blanca es el otro puerto que estaba en competencia, aunque con desventaja frente a La Feliz. Si bien tiene toda la infraestructura necesaria y menores sectores involucrados -como ocurre con la pesca en Mar del Plata- tampoco habría una decisión al respecto.
Además de la exploración sísmica, se encuentra en proceso la aprobación del pozo exploratorio «Argerich – 1», otra etapa en el proyecto de búsqueda que requiere de la aprobación de impacto ambiental.
En este sentido, una de las principales alertas es la posible pérdida de fuentes de trabajo que tanto este como futuros proyectos podrían generar en la ciudad.
La Tecla