El presidente de la UEFA, el esloveno Aleksander Ceferin, revalidó su intención de sancionar a los impulsores de la Superliga europea de fútbol al afirmar que «no podemos hacer como que no pasó nada».
«Todos deben esperar consecuencias por lo que hicieron, y no podemos fingir como que no pasó nada. Pero creo que hay una diferencia neta entre los clubes ingleses, que se retiraron primero y admitieron su error, y los otros seis», consideró Ceferin.
Efectivamente, Arsenal, Chelsea, Liverpool, Manchester United, Manchester City y Tottenham fueron los primeros en anunciar su salida del proyecto, mientras que Inter y Atlético Madrid lo informaron 24 horas después.
Real Madrid, a través de su presidente, Florentino Pérez, se mantiene firme en la Superliga, mientras que el titular del Barcelona, Joan Laporta, refirió que la Asamblea de Socios del club definirá a fines de mayo la posición de la entidad catalana.
A su vez, Juventus emitió un comunicado en el que resaltaba que la Superliga no podía avanzar sin los clubes ingleses y Milan no se pronunció de manera oficial.
«Todos serán considerados responsables. De qué manera, veremos», agregó Ceferin en una entrevista con el diario británico Mail on Sunday en la que calificó de «terraplanistas» al Real Madrid, al Barcelona y a Juventus.
El titular de la UEFA lamentó que Real Madrid, Barcelona y Juventus consideren que la Superliga «todavía sigue existiendo», tal como sostiene Florentino Pérez, nombrado presidente del torneo.
Ceferin reiteró que la UEFA mantiene como una alternativa una acción disciplinaria pero desestimó una exclusión para los 12 clubes de la próxima edición de la «Champions League».
El directivo esloveno insistió en que los equipos ingleses merecen «mayor clemencia porque fueron los primeros en retirarse» del proyecto de la Superliga.
El titular de la UEFA también agradeció especialmente al premier británico, Boris Johnson, por su oposición a la Superliga y reconoció sentirse «muy impresionado» por la reacción de los fanáticos de toda Europa.
Por su parte, Karl Heinz Rummenigge, máximo directivo del Bayern Munich, respaldó la posición de Ceferin al aseverar que el proyecto de la Superliga fracasó «definitivamente» pero admitió que el intento de instalarlo fue una clara «señal de alerta» para el fútbol europeo.
Rummenigge, en un reportaje con el diario alemán Bild am Sonntag, saludó también las protestas de los aficionados, especialmente en Inglaterra, contra el proyecto de la Superliga ya que demonstraron a los propietarios de algunos clubes que «el fútbol funciona de un modo diferente a los negocios».
Bayern Munich, destronado esta temporada como campeón de la «Champions» rechazó participar de la Superliga con Borussia Dortmund y París Saint-Germain, los cuales respaldaron también el proyecto de la UEFA de modificar sus torneos desde 2024.
En tal sentido, Rummenigge defendió la reforma de la «Champions» ya que, a su entender, hará que sea «mucho más difícil ganar para los equipos grandes».
Desde Italia, en tanto, el administrador delegado del Inter, Giuseppe Marotta, lamentó que el «trágico momento» del fútbol actual esconda el verdadero problema, que es el de la «sustentabilidad».
«El modelo actual no funciona, no da garantías. Hablemos de reforma del fútbol con un formato distinto en vez de litigar», agregó Marotta, quien negó conocimiento sobre una presunta carta que 11 clubes enviaron a la Serie A para pedir sanciones contra Inter, Milan y Juventus por sumarse a la Superliga.
A su vez, el director deportivo de Juventus, Fabio Paratici, aseguró vivir con «gran tranquilidad» esta situación ya que, subrayó, «actuamos con absoluta claridad».
«Estamos muy tranquilos por lo que ocurre. Veo al presidente (Andrea Agnelli, Ndr) todos los días y está muy tranquilo. Está planeando el futuro y conozco personalmente cuánto le importa el bien del fútbol en general y de Juventus», completó Paratici.
Por último, Paratici lamentó que «las reacciones violentas surgidas tras el anuncio de la Superliga distrajeron la atención de la causa y de la propuesta presentadas».
«Después se dijeron cosas que no son ciertas: nadie pensó en abandonar los torneos domésticos y la fórmula no era cerrada», completó Paratici. (ANSA).