Investigadores de la Universidad de Oxford, gracias a una nueva experimentación clínica que prevé exponer intencionalmente al virus a decenas de voluntarios jóvenes y sanos ya curados del Covid-19, intentarán descifrar los mecanismos de la reinfección en forma detallada.
¿Qué sucede en nuestro sistema inmunitario cuando encuentra por segunda vez con el virus SarsCoV2?, es la nueva incógnita en la que están inmersos los estudiosos.
El estudio, apoyado por l Welcome Trust, fue puesto en marcha a pocas semanas del primer «human challenge trial» (estudio de desafío en humanos) en el mundo por el Imperial College de Londres en voluntarios sanos y no vacunados con el objetivo de estudiar el curso natural de la enfermedad.
Estas experimentaciones, controvertidas desde el punto de vista ético, pero extremadamente útiles para acelerar la investigación, «nos permiten medir en forma muy precisa, porque las infecciones, a diferencia de aquellas que se producen naturalmente, suceden en condiciones controladas», explicó Helen McShane, inmunóloga de la Universidad de Oxford.
Su equipo alistará a decenas de voluntarios de entre 18 y 30 años que ya tuvieron Covid-19 y que sanaron completamente. La primera fase el estudio, que comenzó este mes, servirá para establecer la cantidad mínima del virus necesaria para causar la reinfección, con pocos síntomas o asintomática.
Los 64 voluntarios expuestos al virus de la cepa de Wuhan son aislados en una especial estructura hospitalaria por al menos 17 días: durante la cuarentena son sometidos a escrupulosos controles médicos y exámenes, como la tomografía computarizada (TAC) de los pulmones y la resonancia magnética del corazón.
En caso de síntomas, serán tratados con los anticuerpos monoclonales de la farmacéutica Regeneron. Podrán ser dados de alta cuando estén libres de la infección, pero serán monitoreados con por lo menos ocho controles periódicos por cerca de un año.
La segunda fase del estudio, que tomará cuerpo en el verano (boreal), será conducida por un segundo grupo de voluntarios para indagar dos aspectos.
«Ante todo definiremos atentamente la respuesta inmunitaria basal antes de la reinfección», precisó Helen McShane.
«Luego infectaremos a los voluntarios con la dosis establecida en la primera fase del estudio y mediremos cuanto el virus puede ser detectado tras la infección. Así podremos comprender qué tipo de respuesta inmunitaria protege de la reinfección», añadió.
«Además calibraremos la respuesta inmunitaria varias veces luego de la infección de modo de saber qué tipo de reacción es generada por el virus», puntualizó la científica.
Además de aumentar la comprensión de la enfermedad, estos datos «nos ayudarán a desarrollar fármacos y vacunas más eficaces y test que puedan predecir el grado de protección de las personas», concluyó. (ANSA).