Por Reda Cherif y Fuad Hasanov
Los esfuerzos para reactivar los sectores manufactureros nacionales obtienen mucho tiempo de transmisión.
Después de todo, el sector impulsó muchas economías de Asia oriental y sudoriental —el llamado “Milagro de Asia Oriental” – y fue una puerta de entrada a la clase media para millones de trabajadores.
Sin embargo, a pesar de toda la obsesión por la fabricación, los economistas, por su parte, parecen estar más preocupados por los servicios.
Para confirmar esto, se peinaron miles de informes del FMI sobre la economía de los países entre 1978 y 2019.
El uso de 113 términos distintos relacionados con la teoría del crecimiento y de amplio política de ‘infraestructura’ para ‘liberalización’ -nos calculan los pesos relativos de cada término en toda países y años.
Como se muestra en nuestro gráfico de la semana, «servicios» se utiliza más que cualquier otro término.
De hecho, en todos los países y años, los “servicios” comprenden alrededor del 20 por ciento de las ocurrencias de todos los términos, y el turismo en particular recibe más atención.
«Agricultura» y «agrícola» son los segundos términos más utilizados, seguidos de «industria» e «industrial».
Por el contrario, la “manufactura” aparece sólo entre el 2 y el 5 por ciento de las veces, dependiendo del grupo de ingresos (5 por ciento para las economías avanzadas).
«Fabricación» aparece incluso con menos frecuencia que términos como «instituciones», «privatización» e «infraestructura».
Los resultados muestran que, contrariamente a todo el fervor en torno a la manufactura y el sector industrial, la discusión sobre servicios es mucho más frecuente que otras industrias en los informes de países del FMI y lo ha sido durante más de cuatro décadas.
Este es el caso de todos los grupos de ingresos e incluye períodos en los que la manufactura era un sector mucho más grande en términos de producción y empleo en muchos países.
La pregunta es, ¿continuará esta tendencia?
COVID-19 ha asestado un duro golpe al sector de servicios, especialmente al turismo.
Muchas empresas se han adaptado poniendo sus servicios en línea. Con el cambio a lo digital, el sector de servicios sin duda jugará un papel cada vez más vital en el crecimiento económico de muchos países después de COVID-19.
En el futuro previsible, parece que los servicios seguirán siendo un tema de conversación; resulta que siempre ha sido así.
Reda Cherif y Fuad Hasanov son economistas sénior del Fondo Monetario Internacional.
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