domingo, noviembre 24, 2024

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Municipalidad. Una hipótesis (entre otras) para obtener los fondos faltantes

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Por Osvaldo Del Barba

Año a año, los problemas financieros de la Municipalidad de Necochea han ido cursando un agravamiento continuo, La falta de dinero inmoviliza al Estado local y posterga el crecimiento de la ciudad que necesita de acciones conjuntas entre Estado y particulares para lograr su desarrollo.  Sin embargo, esa plata que le falta al Estado está, solo que en otras manos.

La Municipalidad tuvo, al menos en los últimos quince años, un mismo problema; cuentas a cobrar por tributos Municipales impagos de aproximadamente un tercio de su presupuesto. Con este dato podemos inferir que actualmente existen al menos $ 700.000.000 de evasores que no han ingresado a las arcas Municipales.

Es, sin duda, un gran desaliento para los contribuyentes que en tiempo y forma cumplen con su obligación de pago, sobre todo porque sistemáticamente aparece alguna moratoria que les permite cancelar sus deudas con un sacrificio económico muy menor al del contribuyente que pago en su vencimiento.

Este tema lo desarrollamos profundamente en el artículo EL QUE PAGA BIEN, PAGA DOS VECES http://odelbarba.blogspot.com/…/el-que-paga-bien-paga-dos-v…, al cual nos remitimos.

Pero no obstante las reiteradas moratorias, el porcentaje de evasores se mantiene y creemos que se agrava en el tiempo, con lo cual además de todo el efecto negativo en la formación de una conducta tributaria del vecino, demuestra claramente su inocuidad.

Desde la razón, resulta inexplicable deducir el motivo por el cual NADIE atacó estas cuentas a cobrar de manera seria y sostenida.

 Sobre todo, cuando se tiene una deuda hacia proveedores, etc de un monto muy similar y decimos similar porque no resulta posible, al menos públicamente, saber cuáles son las cuentas a cobrar del Municipio. Ese tercio que mencionamos más arriba es una aproximación con alto riesgo de estar subvalorándola.

Por lo tanto, suponemos, que no habrá una gran diferencia entre cuentas a cobrar y cuentas a pagar en su monto, pero si en su exigibilidad, las cuentas a pagar se pagan, las cuentas a cobrar no siempre (o casi nunca) se cobran.

El 10 de Agosto de 2009 publicamos un artículo que invitaba al debate pero que tenía una propuesta, conformar un fideicomiso donde, para que se entienda claramente, se enfrentaban las cuentas a cobrar con las cuentas a pagar y se sacaba del ámbito Municipal para hacerlo (como legalmente debe ser) con un banco como fiduciario (administrador del fondo), que en este caso debería ser el Agente financiero de los Municipios, el Banco de la Provincia de Buenos Aires.

Sosteníamos que el Banco era, sin dudas, un mejor cobrador que el Municipio y además, por si había algún compromiso político que le impedía cobrar al gobernante, lo liberaba de esa difícil tarea sobre todo cuando detrás de cada evasor hay al menos un voto.

Para quien tenga la curiosidad de profundizarlos dejamos el link del artículo llamado UNA ALTERNATIVA DE SOLUCION PARA LA DEUDA MUNICIPAL http://odelbarba.blogspot.com/…/una-alternativa-de-solucion… .

Nosotros desarrollamos una idea, que sin dudas puede ser refutada, modificada, enriquecida, etc. pero nadie lo hizo, se lo dimos conocer a gobiernos anteriores y no obtuvimos ninguna respuesta.

No obstante, profundizamos nuestra propuesta y llegamos hasta Honorable Tribunal de Cuentas de la Provincia para cerciorarnos de su legalidad.

Con las adecuaciones legales locales y el cumplimiento de ciertos requisitos técnicos, podemos decir que existe la viabilidad de la propuesta.

Insistimos en que no se trata, necesariamente, de “esta” idea que desarrollamos sino de “Alguna” idea que modifique el Statu Quo de un permanente tercio del presupuesto en manos de los evasores.

Sin solución a este problema el presupuesto deberá equilibrarse de otra manera, por ejemplo, elevando el monto de las tasas teniendo en cuenta que una parte de los contribuyentes no la pagaran, recayendo sobre el pagador el peso de la deuda por la ineficiencia del Estado para recaudar, lo que constituye una clara inmoralidad.

Pero el tema no termina aquí, ya que como el lector sabrá, las deudas por tributos Municipales prescriben a los cinco años de haberse constituido en mora, es decir que si matemáticamente consideramos que hay una deuda equivalente a cada año de esos $ 700.000.000, todos los años prescriben 700.000.000/5 = 140.000.000 de pesos.

Aunque parezca increíble, por no interrumpir la prescripción (cosa que en los últimos quince años no hemos visto) el Estado Municipal les “regala” a los evasores esa cifra que representa aproximadamente un 7 % del Presupuesto.

 La interrupción de la prescripción es un acto administrativo que debe hacer el Estado Municipal todos los años y así extender ese plazo de cobranza más allá del periodo de prescripción, no perdiendo su derecho al cobro.

El 28 de marzo de 2010 escribimos el artículo que denominamos “QUE ESO NO SE HACE, QUE ESO NO SE DICE, QUE ESO NO SE TOCA”, http://odelbarba.blogspot.com/…/que-eso-no-se-hace-que-eso-…, donde hacíamos una comparación de lo que significaba en recursos esa cifra (que obviamente era mucho menor en esos años por una cuestión inflacionaria). La comparación resulta de una total actualidad aunque los valores sean otros.

Sabemos que todo hecho de evasión tiene dos participantes: Por un lado, el contribuyente que es el responsable de ingresar en las arcas del estado el tributo que le corresponde por ley, y otros participantes, quien siempre aparece como la “victima” del incumplimiento del contribuyente, y es el Estado Municipal en este caso.

Sin embargo, sostenemos que ese lugar que se le asigna y que se autoasigna el Ente recaudador, es una cortina de humo que simplemente busca tapar su propia ineficiencia como cobrador.

Raramente hemos visto alguna intimación de pago y mucho menos una ejecución judicial para lograrlo. Solo al pasar, mencionamos que, detrás de cada deuda hay una propiedad.

No propiciamos una ejecución generalizada, estamos convencidos que la generación de una conciencia tributaria es el camino más exitoso, pero es largo y requiere señales muy claras que en los últimos años han estado muy lejos de concretarse.

La conciencia tributaria tiene que internalizar en el vecino la idea de premios y castigos, por ahora solo vemos castigos, pero no justamente en el evasor, sino en los contribuyentes que cumplen en tiempo y forma con sus obligaciones fiscales.

Para terminar, tenemos una buena noticia, sabemos dónde están los fondos que faltan: LA TIENEN LOS EVASORES.

Solo hay que ir a buscarla, las herramientas para hacerlo, existen. Los buenos contribuyentes estarán esperando.

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