Los gases de efecto invernadero, una de las principales causas del calentamiento global, alcanzaron niveles récord de concentración en la atmósfera en 2017, informó este jueves la ONU, que urgió a actuar para invertir esta tendencia.
«Los datos científicos son inequívocos. Si no se reducen rápidamente las emisiones de gases de efecto invernadero, y en particular de CO2 [dióxido de carbono], los cambios climáticos tendrán consecuencias irreversibles y cada vez más destructoras para la vida en la Tierra», declaró Petteri Taalas, secretario general de la Organización Meteorológica Mundial (OMM).
Según esta agencia de la ONU, las concentraciones en la atmósfera de dióxido de carbono (CO2), metano (CH4) y óxido nitroso (N2O), tres gases de efecto invernadero, volvieron a aumentar el año pasado para establecer «nuevos récords» a escala global.
Y «nada indica una inversión de esta tendencia, que sin embargo es el factor determinante del cambio climático, de la elevación del nivel del mar, de la acidificación de los océanos y de un aumento del número y de la intensificación de los fenómenos meteorológicos extremos», señala la OMM.
Los gases de efecto invernadero captan una parte de la radiación solar que atraviesa la atmósfera, que de este modo se calienta. Este fenómeno aumentó un 41% desde 1990. Y el CO2 es de lejos el principal responsable de este calentamiento.
Los expertos también observaron el año pasado un recrudecimiento «inesperado» de un poderoso gas de efecto invernadero que daña la capa de ozono, el CFC-11 (triclorofluorometano), cuya producción se rige por un acuerdo internacional.