miércoles, noviembre 27, 2024

Internacionales

EL MUNDO: Giro atroz del terrorismo, los niños como enemigos

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Cientos de rostros muy jóvenes emergen como el tristísimo corolario del atentado terrorista de Manchester. Vidas todavía por construir fueron truncadas por la furia homicida en el concierto de la cantante Ariana Grande, que significaba la concreción de un sueño para muchas de las niñas y adolescentes que concurrieron el lunes al evento junto a sus padres, familiares y amigos.

Entre las historias más dolorosas de esta tragedia se destaca la de la víctima mortal más joven: la pequeña Saffie Rose Roussos, de solo 8 años.

Había asistido al concierto con la madre y su hermana mayor, que resultaron heridas durante la explosión. Sus familiares lanzaron una búsqueda desesperada en Twitter, donde publicaron su fotografía, como hicieron muchos otros, que en pocos casos tuvieron alguna respuesta.

Pero todo fue inútil porque la pequeña había perdido la vida en aquel infierno de explosión y humo. «La noticia de la muerte de Saffie en este terrible ataque fue un terrible golpe para todos nosotros y quisiera enviar mis más profundas condolencias a su familia y a sus amigos», comentó Chris Upton, uno de los maestros de la Tarleton Community Primary School, a la que asistía Saffie.

Muy conmovido, agregó que «la idea de que una persona vaya a un concierto y no regrese más a casa es devastadora». Upton sostuvo que «Saffie era una niña bellísima, amada por todos y siempre será recordada por su gentileza y dulzura, era silenciosa y con un espíritu creativo».

El maestro dijo, también, que la escuela pidió ayuda a un equipo de especialistas del Lancashire Country Council que tendrá la tarea de «ayudar a los chicos a superar este trance». Otra historia conmovedora es la de la primera víctima identificada, Georgina Bethany Callander, una estudiante de 18 años que se había manifestado muy entusiasmada, en Twitter, en la víspera del concierto en el estadio Manchester Arena. Era fan de la cantante desde hacía años e incluso la había conocido personalmente.

En una fotografía de hace dos años, que ya devino en la imagen símbolo del atentado, se ve a la joven, entonces de 16 años, junto a la artista, sonriente, abrazándose después de un concierto.

Según medios locales, la adolescente, que asistía al Runshaw College en Lancashire, había resultado gravemente herida durante el ataque y murió en el hospital, acompañada de su madre.

En la cuentas de las distintas redes sociales de «Gina» -así la llamaban sus íntimos- se leen decenas de mensajes escritos por sus amigos para recordarla. «Descansa en paz, Gina. Te merecías el mundo y más aún.

Soy muy afortunado de haberte conocido», escribió uno de ellos. Además de Saffie y Gina, en el estadio también murió John Atkinson, un joven de 28 años oriundo de Radcliffe, una pequeña ciudad metropolitana de Manchester, seguidor de la estrella pop, quien fue asesinado cuando salía del edificio, al fin del concierto.

En su honor se organizó una colecta que sumó más de dos mil libras esterlinas (unos 2.600 dólares) y lo mismo se está realizando para las otras víctimas, de las cuales en las próximas horas se conocerá su identidad.

En tanto, hay quienes todavía esperan para volver a abrazar a sus afectos que están «desaparecidos». No se tienen noticias de una pareja de jóvenes, Chloe Rutherford (17 años) y Liam Curry (19), ni de Olivia Campbell, de 15 años, cuya madre intentó sin éxito comunicarse a su teléfono celular, que permanece apagado.

Tampoco se sabe del paradero de Kaia Kopusar, una francesa de 16 años, que había asistido al concierto sola. Sus amigos en la ciudad inglesa la buscan sin cesar. (ANSA).