Una fiesta privada de estudiantes universitarios volvió a mostrar el atroz lado oscuro de las armas en Estados Unidos, con una balacera inexplicable que arrebató la vida de tres personas.
Además una cuarta persona resultó gravemente herida en un hecho ocurrido en Mukilteo, Washington, unos 40 kilómetros al norte de Seattle.
La prensa local informó sobre la detención de un sospechoso, que sería el causante de la balacera.
Un detective de la policía de Mukilteo, Myron Travis, dijo al periódico Daily Mail Online que el apresado se llama Allen Ivanov, de 19 años y que es estudiante dela universidad de Washington.
Entre unas 15 y 20 personas estaban en la vivienda en el momento de los disparos y todas han sido interrogadas por la policía, dijo Travis.
«Nuestra comunidad ha sufrido una enorme pérdida esta noche», afirmó conmocionada ña alcaldesa Jennifer Gregerson. «Hubo muchos jóvenes que vieron y escucharon cosas que nadie debería experimentar», indicó.
La policía no identificó a las víctimas. La persona herida fue evacuada al centro médico Harborview con lesiones no especificadas pero estaría grave, según reportes de los medios.
El suceso ocurrió en el vecindario de Chennault, en Mukilteo, una ciudad costera de unos 20.000 habitantes.
Las autoridades locales establecieron un punto de encuentro en una iglesia local para padres y parientes de las víctimas.
Aparentemente en medio de la reunión de jóvenes, alguien ingresó a los tiros por causas que se desconocen, aunque la dinámica de los hechos no fue aún esclarecida por los investigadores.
No fue el único hecho de sangre en Estados Unidos en las últimas horas, pues el ex jugador de football americano de la NFL (la liga profesional) Antonio Armstrong y su esposa Aurora fueron asesinados en Houston (Texas) por disparos de su hijo adolescente, quien fue detenido poco después.
De acuerdo con el periódico Houston Chronicle, la mujer fue hallada muerta en la casa de la pareja, mientras que el ex atleta falleció horas después en el hospital. No está claro qué llevó al jovencito a matar a los padres, menos aún porque él mismo llamó a la policía.
«No hay nada, absolutamente nada que pueda justificar esto», dijo el primo de Aurora, Lee Vaun, locutor de la emisora KTRK.
Armstrong, después de ser uno de los mejores jugadores de a nivel universitario con la Universidad de Texas A&M, en los años 90 jugó para los San Francisco 49ers, los Miami Dolphins y los St. Louis Rams, aunque su carrera estuvo marcada por varios incidentes y fracturas.