Científicos y ambientalistas ponen en el ojo de la tormenta a la producción agraria y la especulación inmobiliaria
Investigadores y especialistas sostienen que la producción intensiva de soja genera menor permeabilidad de los suelos, lo que hace circular con mayor velocidad el agua hacia los arroyos.
Las inundaciones en la provincia revisten un carácter particular respecto a las causas que las provocan. Es decir, mientras en aquellos distritos de la tercera sección electoral el trasfondo de la problemática puede hallarse –según los especialistas- en los fuertes niveles de especulación inmobiliaria, ya sea por la construcción de barrios privados y buildings que arrojan a terrenos inundables a importantes sectores de la población, en las ciudades linderas a la actividad agrícola el objeto de las críticas se centra en el tipo de producción rural.
Luján, Arrecifes, San Antonio de Areco, Pergamino, Exaltaciòn de la Cruz, Salto, son algunas de las ciudades bonaerenses afectadas por las inundaciones que pusieron en el ojo de la tormenta al desempeño del agro.
Especialistas y organizaciones ambientales vienen asegurando que la producción intensiva de soja y la siembra directa vienen disminuyendo la capacidad absorbente de los suelos, lo que hace que el agua circule con mayor velocidad a los arroyos desbordándolos en pocas horas.
En diálogo con “Todo no se puede”, programa radial emitido por FM Cielo, Patricia Pintos, integrante del Centro de Investigaciones Geográfical de la UNLP, señaló, respecto al río Luján, que entre los factores antrópicos puede encontrarse el “cambio del perfil productivo” en la zona que “ha ido virando de la ganadería a la agricultura y sobre todo a la soja”, por lo que “los productores tratan de evacuar el excedentes hídricos a través de canalizaciones clandestinas”.
Por dar un ejemplo, en los alrededores de Luján, ambientalistas, estiman la existencia de 114 canales ilegales en campos.
Por otra parte, en diálogo con Infocielo, desde la organización socioambiental “Tierra para Vivir” sostuvieron que la “sojizaciòn” es una de las causas detrás de estas inundaciones.
“Está comprobado que la sojización produce desertificación de los suelos, perdiendo los mismos su capacidad de renovar cultivos después de determinado tiempo, a la vez que quita considerablemente la capacidad de absorción de la tierra. Para sumar complejidades al tema, el monocultivo de soja se abre terreno a través del desmonte y la deforestación, siendo de las causas principales del arrasamiento de 36 canchas de fútbol por hora de especies nativas”, aseguró Gigi Krein, integrante del espacio.
Además y respecto a las políticas de estado, afirmó que “más allá de discursos o colores, el podio de los candidatos a presidente no plantea una política de revisión de la extensa sojización y cementación de nuestro territorio sino más bien, todo lo contrario”.
La especulación inmobiliaria
Otra de las causas consignadas por los especialistas tiene que ver con la especulación inmobiliaria, la cual genera impermeabilización de sectores a través de la construcción de grandes torres o edificios, a la vez que la construcción de countries o barrios privados sobre humedales extiende dicho proceso dejando a la deriva barrios precarios u asentamientos.
“Un segundo problema antrópico que es muy importante –relata Pintos- es el del avance de la ciudad sobre las planicies de inundación del rio Luján, es decir los humedales”.
Según la investigadora de la UNLP, esos terrenos ocupados “cumplen una función muy importante que es la de amortiguar las inundaciones al resto de la ciudad”, al tiempo que “a medida de que la urbanización ha ido avanzando, por una moda que es la de difundir el modelo nordelta” las probabilidades de inundaciones crecen.
“Son los sectores más vulnerables los que tienen menos condiciones para superar estas condiciones, son los más afectados”, concluyó Pintos.
Por su parte, Krein señaló que “la superficie absorvible, a su vez, no escapa a los negociados planteados por empresas y gobiernos, y llega a ser afectada por emprendimientos inmobiliarios y e infraestructura que demanda el emporio del automovil, como el caso de la autopista que pretende atravesar el Parque Pereyra Iraola”.
Por último, sostuvo que “ante estos avances, las poblaciones siempre eligen por organizarse y luchar desde proyectos alternativos concretos, que pocas veces son atendidos por los gobiernos de turno”.