El filme de Steve McQueen, “12 años de esclavitud”, sorprendió como Mejor Película pero la gran ganadora de la noche fue “Gravedad”, del mexicano Alfonso Cuarón, que se llevó siete estatuillas y dejó como gran perdedora a “El lobo de Wall Street”, de Martin Scorsese.
La 86ta entrega de los Oscar culminó con el sorpresivo triunfo de «12 años de esclavitud», de Steve McQueen, cuando todo el mundo esperaba que ese lauro se lo llevara “Gravedad”, de Alfonso Cuarón, que había acumulado siete premios.
Fue Daniel Day-Lewis el encargado de anunciar el rubro mejor actriz, que fue a parar a manos de Cate Blanchet, lo que de algún modo borró los malos augurios para «Blue Jasmine», según los cuales los recientes escándalos del director Woody Allen iban a conspirar contra el filme.
Al comenzar la segunda parte de la entrega, “Gravedad” se llevó los premios a mejor fotografía, para Emmanuel Lubetzky y Edición de Alfonso Cuaron y Mark Sanger.
Jennifer Connely y Benedict Cumberlach anunciaron el premio para diseño de producción fue para “El gran Gatsby”, de Buzz Luhrman, responsabilidad de Katherine Martin y Beverley Dunn.
Jamie Foxx y Jessica Biels se hicieron cargo de la entrega del premio a la mejor música original, que fue para Stephen Price por “Gravedad”, mientras que mejor canción fue para Kristen Anderson López y Robert López, por “Let it go”, de la película animada “Frozen”.
Alfonso Cuarón se convirtió en el primer latinoamericano en ganar el Oscar como mejor director
Penélope Cruz y Robert de Niro presentaron al ganador del Oscar a mejor guión adaptado, que fue John Ridley por su adaptación de la autobiografía de Solomon Nothrup, por “12 años de esclavitud”, y el de guión original para Spike Jonze por su película “Ella”.
La mejor director a Alfonso Cuarón, convirtiéndolo así en el primer director latinoamericano en ganar en esa categoría.
El premio a Mejor Actor fue para Mathew McConaughey por su trabajo en «Dallas Buyers Club: El club de los desahuciados», un título que ya le había proporcionado otros premios recientes.
Una escenografía precaria y monocorde, igual que el manejo de cámaras que nunca encuadraron a la platea y a sus principales personajes, que no dio la magnitud ni la calidad de los presentes, más allá de los candidatos, no aportó creatividad frente a ediciones anteriores, y resultó curioso el homenaje a los 50 años del Oscar a Sidney Poitier en 1964, con música de la película francesa “Los paraguas de Cherburgo”.
El In Memorian, presentado por Glenn Close, no tuvo suficiente emoción y los números musicales, incluso el protagonizado por la banda U2, el que repuso en escena a Bette Midler y el dedicado a “El mago de Oz” fueron pobres, y los premios técnicos, así como los honorarios y el llamado “humanitario”, pasaron casi inadvertidos.