Necochea, Argentina – La comunidad de Necochea despide hoy a Ivis Mar Vaio, conocida cariñosamente como «Mimí«, quien falleció en las últimas horas a los 89 años.
Su partida deja un profundo dolor y reaviva la herida de uno de los casos más conmovedores y enigmáticos de la historia local: la desaparición de su hija, Adriana Celihueta, el 15 de enero de 1987.
Mimí se fue de este mundo sin saber el paradero de su hija ni quién fue el responsable de su ausencia, una verdad que la justicia nunca pudo esclarecer.
Adriana, una veterinaria de 29 años, desapareció a tan solo 37 días de casarse con Fernando Iparraguirre, también veterinario. Desde aquel fatídico día, su paradero ha sido un misterio que ha marcado a fuego a su familia y a toda la comunidad necochense por casi cuatro décadas.
El calvario de la incertidumbre fue devastador para la familia Celihueta. Carlos Celihueta, esposo de Mimí y padre de Adriana, se quitó la vida en 2015, después de décadas de una búsqueda infructuosa y una frustración inmensa.
Mimí, con una fortaleza inquebrantable, siguió adelante, sostenida por el amor de su otra hija, Silvia, sus nietos y su bisnieta. Sin embargo, su corazón siempre estuvo desgarrado por la ausencia de Adriana.
Los restos de Mimí serán trasladados este martes al cementerio privado Parque Las Acacias. Su despedida no es solo un adiós a una madre, sino también un doloroso recordatorio de una deuda pendiente con la verdad y la justicia. A casi cuarenta años, el caso de Adriana Celihueta permanece impune.
Necochea rinde homenaje a una mujer que, hasta su último aliento, mantuvo viva la esperanza de encontrar a su hija. Su partida resuena con un clamor que se ha repetido por generaciones en la ciudad: no hay olvido ni consuelo sin justicia.
