Trump Impulsa la Minería Submarina, Ecosistemas Marinos en Riesgo
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha firmado una orden ejecutiva que busca acelerar la explotación de minerales en aguas profundas, una medida que ha generado preocupación entre ambientalistas debido a los potenciales daños a los frágiles ecosistemas marinos.
La orden presidencial instruye a los secretarios del Interior y de Comercio, Doug Burgum y Howard Lutnick, a agilizar los procesos de exploración y permisos para la minería submarina.
La administración Trump justifica esta decisión argumentando la necesidad de asegurar el suministro de minerales críticos para el desarrollo tecnológico y la transición energética, y reducir la dependencia de proveedores extranjeros, particularmente China.
«Las vastas áreas del lecho marino albergan minerales y recursos energéticos críticos. Estos son clave para fortalecer nuestra economía, asegurar nuestro futuro energético y reducir la dependencia de proveedores extranjeros de minerales críticos», declara el texto oficial de la Casa Blanca.
La orden también destaca que Estados Unidos posee derechos sobre una de las áreas oceánicas «más extensas del mundo» y busca explotar minerales estratégicos como níquel, cobalto, cobre, manganeso, titanio y tierras raras.
Sin embargo, la minería en aguas profundas plantea graves riesgos ambientales.
Expertos advierten sobre:
- Destrucción de hábitats y pérdida de biodiversidad: Los fondos marinos albergan ecosistemas únicos y sensibles, muchos de ellos aún inexplorados.
- Liberación de contaminantes: La extracción de minerales puede liberar productos químicos tóxicos y sedimentos, contaminando el agua.
- Contaminación acústica: El ruido generado por las operaciones mineras puede afectar a mamíferos marinos y otras especies.
- Impacto en la investigación científica: La destrucción de estos ecosistemas podría obstaculizar futuros descubrimientos científicos.
- Alteración de medios de vida y fuentes de alimentos: La pesca y otras actividades económicas costeras podrían verse afectadas.
La orden ejecutiva de Trump se suma a medidas anteriores que buscan impulsar la producción nacional de minerales críticos, incluyendo la invocación de poderes de emergencia para facilitar la concesión de permisos y financiamiento a empresas mineras.
La administración argumenta que estas acciones son necesarias para «contrarrestar la creciente influencia de China» en el sector de los minerales marinos.
La minería en aguas profundas es una industria emergente, y su impacto ambiental aún no se comprende completamente.
La orden de Trump ha generado un intenso debate sobre el equilibrio entre el desarrollo económico y la protección de los ecosistemas marinos.
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