Tarde de Horror en Necochea: Explosión de Moto Deja Joven Grave y Otro Incendio Alarma al Barrio
Una tranquila jornada de lunes se transformó en una pesadilla para los vecinos de Necochea cuando dos incendios en rápida sucesión sacudieron la ciudad.
El primero, una violenta explosión de una motocicleta dentro de una vivienda, dejó a un joven repartidor gravemente herido, mientras que un segundo foco ígneo, originado a pocas cuadras, encendió las alarmas en otro sector del barrio.
El primer siniestro ocurrió pasadas las 20 horas en una casa ubicada en la intersección de las calles 46 y 81. Una fuerte explosión resonó en la cuadra, alertando a los vecinos que presenciaron cómo las llamas emergían del interior de la vivienda, superando la altura del techo.
El propietario, un joven que trabajaba como repartidor, logró salir del domicilio envuelto en fuego. Con valentía, los propios vecinos se abalanzaron para auxiliarlo hasta la llegada de los bomberos.
El Servicio de Atención Médica de Emergencias (SAME) trasladó de urgencia al joven al hospital local, donde permanece internado en terapia intensiva debido a las graves quemaduras sufridas en gran parte de su cuerpo. La vivienda, por su parte, sufrió pérdidas materiales totales a causa del voraz incendio.
La rápida respuesta de los Bomberos, Defensa Civil y la colaboración activa de numerosos vecinos, quienes sostuvieron mangueras y ayudaron a controlar las llamas, fue crucial para evitar una tragedia mayor.
Incluso, algunos focos secundarios se propagaron por la calle tras la explosión, llegando casi hasta la esquina y evidenciando la magnitud del siniestro.
Cuando los equipos de emergencia aún trabajaban en el primer incendio, un nuevo llamado alertó sobre otro foco ígneo en una vivienda situada en calle 44 entre 91 y 93, a tan solo siete cuadras de distancia.
La pronta intervención de Bomberos, Policía, Defensa Civil y personal de Tránsito permitió contener las llamas antes de que se extendieran. Según las primeras informaciones, este segundo incendio se habría originado por una chispa proveniente de una estufa hogar.
Afortunadamente, este segundo episodio no dejó personas heridas, aunque los daños materiales fueron considerables.
Al igual que en el primer caso, vecinos y habitantes de la zona no dudaron en subir a los techos para colaborar en las tareas de extinción, sumándose al esfuerzo de los bomberos.
Dos incendios en menos de una hora, un joven luchando por su vida con graves quemaduras y la destacable solidaridad de un barrio que respondió con coraje ante la adversidad.
Necochea vivió una tarde y noche de angustia, un duro recordatorio de la fragilidad y la importancia de la ayuda mutua en momentos críticos.
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