Un nuevo intento del ministro de Economía, Luis «Toto» Caputo, por instalar un acuerdo cerrado con el Fondo Monetario Internacional (FMI) por USD 20 mil millones se vio frustrado este viernes por una contundente desmentida del organismo multilateral.
La vocera del FMI, Julie Kozack, aclaró que si bien existió una conversación entre el director gerente y Caputo para discutir los próximos pasos de un nuevo programa EFF de 4 años, la mención a los USD 20 mil millones se trató de una «solicitud» por parte de las autoridades argentinas que aún no ha sido autorizada.
Esta es la segunda desmentida directa del FMI al ministro en menos de 24 horas, luego de que el propio Caputo afirmara el jueves tener acordado el desembolso de dicha suma, información que incluso fue replicada por algunos medios y funcionarios del gobierno.
La reacción del mercado no se hizo esperar.
Tras la nueva desmentida, las reservas brutas del Banco Central (BCRA) experimentaron una significativa caída de USD 447 millones en un solo día, perforando el piso de los USD 26 mil millones por primera vez en el año y ubicándose en USD 25.775 millones.
Para intentar contener la presión sobre los dólares financieros, el BCRA debió intervenir en el mercado, vendiendo USD 210 millones, aunque esto no impidió que las cotizaciones volvieran a subir.
Operadores del mercado señalaron que incluso se observó una fuerte intervención sobre el final de la rueda en el mercado de bonos.
La tendencia de las reservas es preocupante.
En lo que va de marzo, la caída acumulada asciende a USD 2.220 millones, mientras que en el total del año la disminución ya alcanza los USD 3.832 millones.
En los últimos diez días, el BCRA tuvo que vender USD 1.637 millones para intentar frenar la incertidumbre cambiaria.
El impacto de esta nueva desmentida y la consecuente inestabilidad se reflejó también en el riesgo país, que registró un fuerte salto de más del 8%, ubicándose en los 797 puntos básicos.
Esta suba se suma a las crecientes dudas sobre la capacidad de pago de la deuda, evidenciadas en la reciente renovación de letras donde la ausencia de bancos comerciales obligó al Banco Nación a adquirir la mayor parte de los títulos.
La insistencia del gobierno en presentar un acuerdo cerrado con el FMI, que luego es desmentido por el propio organismo, genera una creciente desconfianza en el mercado.
Si bien aún en el caso de que el FMI confirmara los USD 20 mil millones solicitados, persiste la duda sobre la cantidad de fondos de libre disponibilidad que tendría el BCRA para intervenir en el mercado cambiario, considerando que una parte significativa se destinaría a refinanciar pagos existentes con el organismo.
La divergencia entre el optimismo manifestado por funcionarios en redes sociales y la realidad del mercado se vuelve cada vez más evidente, profundizando la incertidumbre económica en el país.