Las expectativas generadas en Argentina tras el anuncio del ministro de Economía, Luis Caputo, sobre un nuevo desembolso del Fondo Monetario Internacional (FMI) sufrieron un duro revés este jueves.
La vocera del organismo multilateral, Julie Kozack, salió a poner paños fríos a la euforia, al afirmar que cualquier futura asistencia financiera se realizará «en tramos» y se negó a confirmar la cifra de 20 mil millones de dólares mencionada por el funcionario argentino.
«Cualquier consideración de un aumento de acceso u otro programa requeriría una evaluación completa y el respaldo del Directorio Ejecutivo», declaró Kozack durante una conferencia de prensa, dejando en claro que la decisión final sobre el monto y las condiciones recae en el board del FMI.
Estas declaraciones contrastan directamente con el optimismo que había manifestado Caputo tras reunirse con autoridades del Fondo en Washington.
Si bien el ministro no especificó el monto exacto, trascendió que se hablaba de una cifra cercana a los 20 mil millones de dólares para reforzar las reservas del Banco Central y apuntalar el programa económico del gobierno de Javier Milei.
La cautela mostrada por la vocera del FMI generó una inmediata reacción negativa en los mercados argentinos.
Tras el anuncio de Caputo, las acciones habían experimentado un leve repunte, pero la confirmación de Kozack provocó una caída de casi el 3% en el índice Merval, reflejando la incertidumbre de los inversores ante la falta de certezas sobre el apoyo financiero internacional.
La negativa de Kozack a confirmar la cifra anunciada por Caputo añade un nuevo elemento de tensión a la relación entre Argentina y el FMI.
El gobierno de Milei ha destacado la importancia de obtener un respaldo financiero robusto para llevar adelante su plan de ajuste y estabilización económica.
Sin embargo, las declaraciones de la vocera sugieren que las negociaciones podrían ser más complejas de lo previsto.
Si bien Kozack reconoció los «esfuerzos significativos» de las autoridades argentinas para estabilizar la economía, su insistencia en que los desembolsos serán graduales y sujetos a la aprobación del directorio del FMI introduce un factor de incertidumbre que podría impactar en la estrategia económica del gobierno y en la confianza de los mercados.
Se espera que en los próximos días haya más precisiones sobre el avance de las negociaciones entre Argentina y el FMI, en un contexto económico local que sigue mostrando signos de fragilidad.