
Históricamente los gobiernos provinciales, han mantenido permanentes deudas con el distrito de Necochea, aún en los tiempos que contábamos con legisladores propios.
Ahora, la administración de Axel Kicillof, mantiene esta tendencia, y parece que no hay disposición a saldarla.
La licitación de las máquinas tragamonedas del Casino, el arreglo del Puente Dardo Rocha, la tardanza en terminar la Casa de la Provincia, la demarcación de la avenida Jesuita Cardiel, el arreglo de los ingresos.
Estas con algunas de las deudas que mantiene la provincia, sumadas a la nula decisión de colaborar con el pago de los profesionales médicos del Hospital «Regional», Emilio Ferreyra.
El distrito de Necochea, no recibe ni el 10 por ciento de lo que produce y traslada a la provincia, dejando en un ítem aparte a Nación, que ahora, se ha profundizado desde la asunción de Javier Milei.
Es imprescindible que el Concejo Deliberante por unanimidad, vote un Proyecto de Resolución, exigiendo la reparación histórica que merece nuestro distrito.
Esto, no es una simple acción, es dejar plasmado todos los años la preocupación de los representantes del pueblo, a lo que debe adherir el Ejecutivo y a su vez, avalado por todas las instituciones intermedias del distrito.
No podemos dejar pasar todos los años, sin importar el color político provincial, la decisión de esta exigencia, porque si las decisiones se toman por la cantidad de votos que se entregan a los candidatos perderemos siempre ante el Conurbano.
Hay que trabajar profundamente para que nos den las soluciones que Necochea necesita y que nos transfieran el dinero que nos corresponde.
Porque la «solidaridad», que tanto se habla entre los municipios que menos producen, se convierte en un boomerang que nos pega de lleno en las finanzas propias.
Basta de agradecer obras que nos corresponden, basta de tolerar a funcionarios (ministros o gobernadores), que vienen como benefactores con nuestra propia plata.
La historia hay que conocerla para que no se repitan las mismas situaciones, no para que tropecemos con la misma piedra como nos está ocurriendo, desde hace décadas.
Las deudas están para ser saldadas. Es hora que la provincia PAGUE.