martes, diciembre 10, 2024

Generales, Locales

Vecinos indignados por la negativa del campo a la tasa portuaria

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La reciente negativa de las entidades agropecuarias a pagar la Tasa Portuaria ha generado una fuerte indignación entre los vecinos de Quequén, quienes llevan años soportando las consecuencias del paso constante de camiones de carga y la contaminación derivada de la actividad portuaria.

En un contexto de calles rotas, acumulación de cereal derramado y una creciente proliferación de ratas, los habitantes de la zona sienten que el sector agroexportador no asume su responsabilidad en los perjuicios causados.

El reclamo de los vecinos

Luis Blanco, vecino de Quequén, expresó su malestar de forma tajante: “Cómo siempre… LA QUIEREN TODA PARA ELLOS. Yo le pregunto a CARBAP, ¿por qué los vecinos de Quequén/Necochea debemos pagar todos los años de nuestro bolsillo para arreglar los daños que ocasionan ellos en nuestros pavimentos? Rompen todo, contaminan, utilizan nuestros servicios de salud, agua, luz, etc. Y no quieren compensar en nada todos los gastos que nos causan a los vecinos. La Tasa Portuaria para los exportadores es solo un pequeño resarcimiento por todos los perjuicios que sus transportes nos ocasionan día tras día y que no tenemos por qué pagarlos nosotros. ¡Que paguen y den gracias!”

Por otro lado, otro residente de la ciudad, identificado en redes sociales como «marianmayo13», se mostró igualmente molesto, tildando al sector agroexportador de “miserable y golpista”, acusándolos de «romper el asfalto, contaminar y llevarse todo» sin aportar nada a la comunidad.


El descontento de los vecinos de a pie

La crítica principal recae sobre la falta de compensación por parte de los exportadores, quienes, según los residentes, no solo no aportan al mantenimiento de la infraestructura local, sino que generan grandes costos para los vecinos. Las calles de Quequén, constantemente afectadas por el tránsito de camiones pesados, se encuentran deterioradas, mientras que el cereal derramado y la contaminación generada por las ratas del puerto empeoran la calidad de vida en la zona.

A esto se suma el malestar por la distribución de los recursos. Los vecinos se quejan de que una gran parte de lo recaudado por la comercialización de granos, que en su mayoría se destina a impuestos nacionales y provinciales, no regresa de forma equitativa a la comunidad local. Como expresan muchos, “la coparticipación es mínima comparada con lo que se lleva el sector agroexportador”.

Un conflicto que persiste

El debate sobre la tasa portuaria refleja una disparidad que ha sido una constante en la relación entre el sector agroindustrial y los habitantes de las ciudades portuarias. Mientras el municipio busca una solución que compense los costos de infraestructura y salud que soportan los vecinos, el campo, a través de entidades como CARBAP, mantiene su postura de rechazo, agravando aún más la tensión en la comunidad.

FUENTE: Necochea Digital