Decenas de influencers de las redes sociales compitieron con los periodistas por el acceso, el prestigio y el espacio de trabajo en la Convención Nacional Demócrata celebrada en Chicago.
Los organizadores otorgaron acreditaciones a más de 200 «creadores de contenido» para que asistieran al estadio United Center, sede de los equipos de baloncesto y hockey de Chicago, reveló la periodista Stephanie Kelly.
Fue entonces esa la primera Convención Demócrata que aprovechó el poder de los usuarios de Instagram, TikTok y YouTube, aquellos que llegan directamente a decenas de millones de estadounidenses, muchos de ellos votantes jóvenes que no leen ni ven noticias tradicionales, planteó en un artículo.
La periodista especializada citó a Matt Hill, director senior de comunicaciones de la Convención, quien afirmó: «Estamos ofreciendo a los creadores un lugar en primera fila para contemplar la historia».
En tanto, otro funcionario de esa convención planteó que «el panorama de los medios y la información cambió considerablemente desde 2016, con el surgimiento de plataformas de redes sociales como TikTok».
Así es como aparecieron entonces los datos estadísticos y, según Pew Research Center, en 2023 el 83 % de los adultos estadounidenses usa YouTube; el 68 %, Facebook; el 47 %, Instagram y el 33 %, TikTok. Además, esa empresa descubrió que la mitad de los adultos estadounidenses se informa a menudo o a veces a través de las redes sociales.
En un artículo de la agencia de noticias Reuters, la columnista reveló que «a diferencia de los miles de periodistas de periódicos, sitios web de noticias y cadenas de televisión y radio, los influencers
reciben ayuda del DNC para conectarse con los líderes demócratas».
A los «influencers» les dieron allí acceso a un salón para creadores en el United Center y a una sección de plataforma para creadores en el piso de la convención donde pudieron crear contenido de video.
“La asediada industria del periodismo”
«La asediada industria del periodismo, que ha perdido decenas de miles de empleos debido a recortes de costos y consolidaciones durante más de una década, vio su espacio en la convención reducido en comparación con convenciones anteriores, según otro estudio de Pew», sigue el artículo.
Entonces enumeró las quejas de los profesionales, mencionando a Jonathan D. Salant, editor adjunto de política del Pittsburgh Post-Gazette y a Andrew Feinberg, corresponsal de The Independent en la Casa Blanca.
En contraposición, cita a una «influencer» que apareció en fotos riendo con el senador Raphael Warnock de Georgia o posando con un asistente del líder de la minoría de la Cámara de Representantes, Hakeem Jeffries.
«Nadie va a reemplazar a nadie», pronosticó sin embargo el estratega digital de la campaña de Harris, Rob Flaherty. De todas maneras, fue práctico: «La cuestión es que los votantes consumen información de más lugares que nunca… Ciertamente no esperamos que ninguno de esos creadores que están aquí sean propagandistas de Kamala Harris y Tim Walz».
Los diferentes procesos de edición
Luego el artículo se detiene en los diferentes procesos de edición y publicación de las informaciones, con «organizaciones de noticias tradicionales que se consideran a sí mismas como difusores neutrales de acontecimientos actuales, con editores y estándares de verificación de datos» de un lado y «creadores de contenido» que parten de un punto de vista particular.
Entonces, citó a un «influencer» que se autodefinió como «muy partidista».
«Ellos obtienen visitas en sus plataformas. Ellos obtienen clics. Obtienen ingresos por publicidad. Somos periodistas. Recibimos un salario que es independiente de lo que escribimos. Supongo que esa es la nueva realidad», opinó a su turno Fabian Fellmann, corresponsal en los Estados Unidos del diario suizo Tages-Anzeiger y del diario alemán Süddeutsche Zeitung.
NA