La marcha universitaria en defensa de la educación pública colmó las calles en ciudades de todo el país. El epicentro de la histórica jornada de lucha, en repudio a las medidas asfixiantes de Javier Milei, fue en Plaza de Mayo -donde culminó la movilización- y cerró con un acto cargado de emociones.
Desde un escenario ubicado frente al Cabildo, la primera en tomar la voz fue Taty Almeida, una de las tantas referentes de Madres de Plaza de Mayo. Con un saludo general para las miles de personas que se hicieron presentes, la activista contó que ella también fue a una escuela pública y criticó el brutal ajuste del Gobierno. «Acá estamos para repudiar la decisión de Milei de no querer subsidiar a las universidades públicas, a los colegios públicos».
Por su parte también respondió las críticas de Milei sobre la marcha, y sostuvo que «por supuesto es política, pero no partidista» y defendió el apoyo los sindicalistas: «Por supuesto que están marchando, porque los sindicalistas también, gracias a la educación pública y a los colegios públicos, han mandado y siguen mandando a sus hijos e hijas a la universidad y a los colegios».
Por último, Taty Almeida animó a la comunidad universitaria a seguir luchando por los derechos que tanto sacrificio costaron: «Queridos compañeros, la lucha no termina hoy. Hay que continuar la lucha. No hay que bajar los brazos. Hay que continuar esta resistencia, no dejen de luchar, se los decimos nosotras, las locas, que a pesar de los bastones y las sillas de ruedas, seguimos de pie».
A continuación habló Adolfo Pérez Esquivel, premio Nóbel de la Paz, quien se mantuvo en la misma postura que la referente de Madres. Con un caluroso abrazo hacia toda la comunidad universitaria, mandó muchas fuerzas y sostuvo que «ustedes nos dan mucha esperanza para construir un mundo mejor». «Defendemos la universidad pública, libre y gratuita. Es una de las grandes conquistas de nuestro pueblo, que no vamos a renunciar», expresó.
En este sentido, criticó las medidas de Milei, no solo en materia de educación sino en general, porque «están haciendo mucho daño». «No es solo la defensa de la universidad pública, es la defensa del derecho del pueblo a vivir dignamente, que no se mueran los niños de hambre, que no sigan echando empleados, que no se paren las obras públicas, que atiendan la salud porque hay varios muertos oncológicos por la falta de medicamentos», comenzó.
Y puso en discusión la postura del Gobierno de desfinanciar la salud y la educación porque «no hay plata», pero a su vez compran aviones de combate. «Este gobierno compró 24 aviones de combate. No hay plata para la educación, no hay plata para la salud, no hay plata para los campesinos, pero hay plata para comprar aviones de combate que el país no necesita», lamentó.