El ministerio de Agricultura inició en el extremo norte chileno la implementación de una Política Nacional de Reservas de Biósferas, como un modelo de gobernanza y gestión territorial, que garantice un desarrollo ecológico sostenible en el país.
El modelo piloto estará en la región de Arica y Parinacota -fronteriza con Perú y Bolivia- donde se ubica la Reserva Biósfera Lauca. A partir de ella se buscará la gestión nacional -a través del Comité de Ministros para la Sustentabilidad- de las diez Reservas de Biósferas que existen en el país, las que en total abarcan 11,4 millones de hectáreas, de las cuales alrededor de 3 millones corresponden a áreas marinas.
La Reserva de Biósfera Lauca comprende zonas de precordillera y altiplano. Administrativamente pertenece a la comuna de Putre, en la provincia de Parinacota. En 1981 fue declarada parte integrante de la Red Mundial de Reservas de la Biósfera.
El año pasado, la Unesco anunció la ampliación de esta reserva a todo el territorio del Area de Desarrollo Indígena Altoandina (ADI) de Arica y Parinacota. De este modo, el territorio de la reserva pasó de tener 358 mil hectáreas a 1.026.547 hectáreas, abarcando las comunas de Putre, General Lagos y Camarones.
El proyecto de posicionamiento también engloba el convenio que existe entre Conaf y la Corporación Nacional de Desarrollo Indígena (Conadi) por 205.882 dólares para ejecutar acciones de restauración ecológica.
Además, considera el proyecto camélido Vicuña, ejecutado por la Unesco, cuyo objetivo es garantizar la conservación de especies, mitigar conflictos entre ganaderos y fauna silvestre, mejorar la sensación de seguridad de la población y apoyar a las comunidades andinas en la generación de ingresos económicos complementarios.
«Esta es una iniciativa muy importante que se enmarca en la protección del medio ambiente y que da cuenta del trabajo que viene desarrollando hace mucho tiempo la Corporación Nacional Forestal (Conaf), junto a la Seremi de Agricultura de Arica y Parinacota», destacó el subsecretario de Agricultura, José Guajardo Reyes.
Expuso que a través de estas acciones «estamos protegiendo nuestro patrimonio cultural, enfatizando en la relación del ser humano con la tierra, los cultivos ancestrales, nuestra flora y fauna y el valor que le damos a todos estos elementos».
La directora regional de Conaf, Catherine Opazo, describió que «este es un espacio que mezcla biodiversidad, historia ancestral, cultura y patrimonio y lo debemos cuidar de manera sostenible para que las próximas generaciones no sean dañadas por las inclemencias del cambio climático».
Agregó que «vamos a trabajar para posicionar la Reserva de la Biósfera Lauca como atractivo turístico con gobernanzas propias de las comunidades apoyadas por la gestión público-privada».
En la presentación del proyecto se relevó la importancia de asumir con innovación las solicitudes y demandas históricas de las comunidades indígenas de la región. (ANSA).