Los científicos han comprobado que, la fecha que marcaba un punto de ruptura histórico a nivel climático para los océanos del mundo ya ha pasado y que revertir la situación en la que se encuentran será una tarea ímproba.
Fatídica fecha
Según un estudio publicado por la revista PLOS Climate, el año 2014 fue el punto de inflexión que marcó a los océanos del mundo. Desde entonces, en más del 50% de la superficie oceánica se ha constatado un aumento extremo de las temperaturas, que ha provocado cambios drásticos en la biota y los ecosistemas marinos.
Un estudio realizado por investigadores estadounidenses y recientemente publicado ha hecho sonar todas las alarmas, acerca del estado real en el que se encuentran los océanos del mundo. Dicho análisis de datos se basa en las mediciones de la temperatura de su superficie, que se han recabado desde 1870.
El estudio explica que, las altas temperaturas eran relativamente raras (alrededor del 2 %) durante la segunda revolución industrial. Pero luego todo cambió y 2014 fue el primer año en el que se ‘normalizó’, que en la superficie de más de la mitad de los océanos hubiese episodios de calor extremo. Esta tendencia continuó y fue del 57% en 2019. informan los investigadores.
Dichas olas de calor fueron especialmente nefastas para el Ártico, que vio mermada su superficie en un 400% respecto al siglo anterior y ya en 1998 la cuenca del Atlántico Sur había cruzado la barrera del 50% de calidez extrema en superficie y en 2007 lo hizo el Índico. Los científicos alertan que 2014 fue el punto de no retorno a nivel global.
La banquisa desaparece
La capa de hielo que cubre Groenlandia ha perdido casi 5 billones de toneladas en menos de 20 años, contribuyendo por sí sola a que el nivel del mar se eleve más de un centímetro, según datos recientes del Arctic Research de Dinamarca, el organismo de control del país, que monitoriza la isla helada desde 2002.
Esta organización ha comprobado que la zona oeste de Groenlandia presenta un mayor grado de afectación. Desde el inicio de las mediciones, dicha capa de hielo ha perdido unos 4.700 kilómetros cúbicos, un deshielo grave que ha contribuido a elevar el nivel del mar en 1,2 centímetros.
Los climatólogos estiman que, si la capa de hielo de Groenlandia se derritiera en su totalidad, el efecto mundial sería catastrófico, puesto que bastaría para elevar los océanos en más de 7 metros y si bien los procesos de fusión son muy lentos, si lo hiciera la Antártida la elevación sería de 50 metros.
Los océanos fenecen
Los investigadores estiman que, el calor extremo que afecta a las aguas oceánicas y que es causado por el calentamiento global y el cambio climático de origen antropogénico, produce cambios dramáticos en los diferentes ecosistemas marinos y afectará directa a miles de millones de personas, que viven al borde de los océanos e indirectamente al resto de la población mundial.
Las repercusiones del calentamiento global son una grave preocupación para la Organización Meteorológica Mundial (OMM), que ya ha avisado que los océanos estaban absorbiendo el 90% del exceso de calor generado por las actividades humanas y que su temperatura había aumentado constantemente desde 1970.
Además de los miles de millones de personas que viven junto a los océanos, más de la mitad de la población mundial depende de la biodiversidad marina para subsistir. Pero para los científicos, el daño que le hemos hecho a los océanos y al planeta, es casi irreparable y todos sufriremos sus consecuencias.