El gobierno de Brasil admitió que los contagios con la nueva cepa del coronavirus Omicron pueden ser más de lo que indican las cifras oficiales, una sospecha compartida por las autoridades de San Pablo, donde se investiga si ya comenzó la transmisión comunitaria.
Fueron reportados 11 brasileños infectados con Omicron ante lo cual el Supremo Tribunal Federal ordenó la exigencia del certificado de vacunación a los viajeros llegados del exterior, requisito rechazado por el presidente, Jair Bolsonaro.
«Vivimos amenazados por otras variantes del Covid 19, como es el caso de la variante Omicron, hasta el momento ya fueron identificados 11 casos de Omicron aquí en Brasil, y con seguridad ya debe haber más», declaró hoy el ministro de Salud, Marcelo Queiroga.
La nueva cepa surgió en Africa del Sur y llegó a Brasil a fines de noviembre, antes de que la Organización Mundial de la Salud divulgue el alerta global, tras lo cual varios países suspendieron los vuelos desde aquel continente.
Queiroga cuestionó hoy las medidas contra los países donde aparecen nuevos tipos de cepas. «Cuando se identifica una nueva variante del Covid no se debe comenzar a punir al país que la identificó, tenemos que aplaudir que ese país la haya identificado para poder combatir mejor las amenazas», observó el ministro.
De los 11 infectados con Omicron en Brasil cinco residen en el estado de San Pablo, dos en Brasilia, dos en Goiás y dos en Rio Grande do Sul.
El alcalde de la ciudad de San Pablo, Ricardo Nunes dijo hoy que «posiblemente» comenzó el contagio comunitario.
Nunes comentó que dio positivo con esa cepa un hombre de 60 años que no viajó a Africa ni estuvo en contacto con nadie que haya llegado de aquel continente.
Las autoridades sanitarias comenzaron a rastrear las personas que estuvieron en contacto con el paciente y se aguardaba que este lunes o mañana se confirme o descarte el primer caso nativo.
Los otros diez infectados con la cepa nueva arribaron a Brasil tras viajar al continente africano. Para impedir que la variante se disemine y convierta a Brasil en un «paraíso» de turistas no vacunados, el gobernador de San Pablo, Joao Doria solicitó al Supremo Tribunal Federal que sea obligatorio el «pasporte vacunal» para los pasajeros llegados a los aeropuertos internacionales.
Haciendo lugar a ese amparo, el Supremo determinó este sábado la obligatoriedad de certificado de vacunación. La semana pasada el presidente, Jair Bolsonaro, comparó a dicho certificado con una «cuerda» que oprime y sostuvo que prefería perder la vida con el coronavirus que sacrificar su libertad.
El ministro Queiroga informó que este lunes habrá una reunión de su ministerio junto al de Relaciones Exteriores y la Casa Civil (Jefatura de Gabinete) para analizar la decisión del Supremo sobre el «pasaporte».
Por su parte el juez Roberto Barroso, del Supremo, defendió hoy el pasaporte «obligatorio» porque se deben tomar medidas «conservadoras» cuando se trata de temas relacionados con la vida y la salud. (ANSA).