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El Gobierno italiano del primer ministro Mario Draghi decretó hoy la extensión hasta el próximo 6 de abril de las restricciones a las movilidades entre las 20 regiones del país, además de plantear que las escuelas dejarán la educación presencial en las zonas que sean consideradas de alto riesgo o que presenten tasas elevadas de contagios.
Las variantes del coronavirus determinaron la política de cierres, con las zonas naranjas y rojas reforzadas, las cuales parecen devorar inexorablemente a «la Italia amarilla», atravesada por hospitalizaciones en constante aumento, con 222 personas más en terapia intensiva en 24 horas y más de 17.000 casos positivos.
En ese sentido, lanzó un nuevo decreto el premier italiano, que tiene como objetivo prevenir el aumento de infecciones, mientras el ministro de Salud, Roberto Speranza advirtió: «Hay fuertes señales de recuperación de la curva».
El nuevo decreto, el primero firmado por Draghi, contiene restricciones a partir del cierre de escuelas en las zonas rojas y naranjas, y también aquellas zonas amarillas en las que se supere el umbral de los 250 infectados por 100 durante una semana.
Se trata de una decisión apoyada por las propias regiones, aunque también provoca protestas, como la de Anita, de 12 años, una estudiante de Turín que inició una lucha contra la educación a distancia y pidió el regreso a las calles no para «retroceder un año».
Pero se multiplica la carrera de los territorios hacia las zonas reforzadas, lo que provocará el cierre de las escuelas: desde Bolonia (en Emilia Romagna los contagios en las escuelas aumentaron en un 70%) hasta Módena y Ancona, pasando por Caserta, el Valle del Po y varios municipios de Friuli.
El Decreto sobre el que se consultó previamente a las regiones, estará vigente desde el 6 de marzo hasta el próximo 6 de abril, el martes posterior a Pascua.
Speranza, sin embargo, no excluyó que las mismas medidas puedan continuar con otras incluso después de esa fecha.
La disposición fue ilustrada por la ministra de Asuntos Regionales, Mariastella Gelmini, y por Speranza en el Palazzo Chigi, quienes fueron acompañados por los presidentes del Instituto Superior de Salud (Iss) y del Consejo Superior de Salud (CSS) Silvio Brusaferro y Franco Locatelli.
«Hay un cambio en el método -explicó Gelmini-. La resolución del Parlamento es la estrella orientadora, luego el intercambio se ha extendido a las regiones, provincias, municipios. Hemos intentado adquirir el punto de vista de los administradores».
Tal y como han pedido los gobernadores, habrá atención a las familias, pues en el «decreto de apoyo» habrá recursos retroactivos para la baja parental (200 millones de euros), a partir de enero en adelante, y también recursos para la educación a distancia.
Entre las novedades también está la anulación de la prohibición de llevar bebidas de los comercios a partir de las 18 horas (17 GMT), pero se mantiene la de consumirlas en el lugar.
Además, se extenderá hasta el próximo 6 de abril la prohibición de moverse entre territorios, incluso en las zonas amarillas (o blancas, como el caso de Cerdeña).
Sólo se podrá salir por trabajo, salud o urgencias, con certificados.
También se podrá ir a segundas residencias, pero solo si están en la franja amarilla o naranja.
En las zonas amarillas se confirma la posibilidad de que los museos abran en días laborables, garantizando una afluencia controlada.
A partir del 27 de marzo, incluso en las zonas amarillas, se prevé la posibilidad de reapertura de teatros y cines, con butacas pre asignadas, cumpliendo con las normas de distanciamiento. Pero habrá que ver en un mes cómo evoluciona la curva.
En ese contexto, hay malestar en algunas regiones porque no se pueden reabrir restaurantes ni siquiera para cenar en la zona amarilla, entre otras cosas.
De hecho, Antonio Decaro, presidente de la Asociación Municipal (Anci), es muy crítico, según quien «los colegios se cierran con una mano y se elimina la prohibición de comida para llevar después de las 18 horas, favoreciendo así las tertulias en los lugares de la vida nocturna, y cerca de bares y discotecas frecuentados mayoritariamente por jóvenes».
«Las únicas medidas de restricción parecen tener que ver con las clases presenciales -agregó el alcalde de Bari -. Así no va». (ANSA).
