El Movimiento Evita y la UTEP reconocieron a quienes realizaron tareas esenciales desde el inicio de la pandemia en distintos barrios de la ciudad.
El Movimiento Evita y la UTEP-Evita entregaron diplomas en reconocimiento a las trabajadoras que sostuvieron las ollas populares, comedores y merenderos desde el inicio de la pandemia para cientos de familias en los barrios de Necochea y Quequén.
Desde la llegada del Covid-19 al país muchas de estas unidades barriales debieron aumentar la asistencia a vecinos y vecinas.
Para el evento estuvieron presentes Luciano Lescano, profesor y referente del Movimiento Evita; Patricia Aranda, feriante y secretaria de la UTEP-Evita, y Susana Marchal, a cargo de la rama sociocomunitaria de la UTEP-Evita.
Todos los presentes reconocieron la labor esencial que realizaron decenas de trabajadoras para ayudar a sobrellevar la dura situación económica y sanitaria desde hace casi un año.
Lescano manifestó que “es importante como organización política reconocer el trabajo que hacen, es un orgullo que todas hayan estado”.
Además, agregó que “cuando pregunten dónde estuvo el Movimiento Evita durante la pandemia podremos decir que estuvimos siempre junto a nuestro pueblo”.
En el mismo sentido también se destacó la importancia de considerar como trabajadoras esenciales a quienes están en la primera línea de acción en múltiples puntos del distrito para que puedan incorporarse a los grupos prioritarios para recibir la vacuna contra el coronavirus, junto a los demás grupos esenciales como el personal de salud, mayores de 60 años, docentes, fuerzas de seguridad y personas con factores de riesgo.
De esta manera, quienes trabajaron para reducir el impacto de la pandemia sobre las familias en las unidades barriales Álamos, Malvones, Estrellita, Terminal, Ministerio, Ovillitos de Lana y Rincón Pequeños Gigantes fueron reconocidas por lo hecho hasta el momento y por lo que continúan haciendo.
Marchal, que lleva adelante la Unidad Barrial Malvones, destacó que “nos gustaría que no hubieran más comedores” pero se manifestó orgullosa del trabajo hecho por las vecinas que “estuvieron desde el primer día sosteniendo las viandas, exponiéndose al virus para que a las familias les falte lo menos posible”.
