Los autores señalan que se trata del primer estudio que cuantifica si el riesgo de muerte asociado con factores de riesgo individuales y combinados depende de la presencia de múltiples afecciones crónicas.
Un estilo de vida muy saludable se asocia con hasta 6,3 años más de vida para los hombres y 7,6 años para las mujeres, independientemente de la presencia de múltiples enfermedades crónicas, según un estudio publicado el 22 de septiembre en la revista de acceso abierto ‘PLOS Medicine’ por Yogini Chudasama, de la Universidad de Leicester, en Reiuno Unido y colegas.
La cantidad de personas que presentan dos o más afecciones de salud física o mental a largo plazo está aumentando rápidamente en todo el mundo, y tienen peores resultados de salud y un mayor riesgo de mortalidad.
Un estilo de vida saludable se ha asociado con una mayor esperanza de vida, pero no ha quedado claro si este también es el caso en personas con múltiples enfermedades crónicas.
Para abordar esta brecha en el conocimiento, Chudasama y sus colegas analizaron los datos recopilados entre 2006 y 2010 de 480.940 adultos de entre 38 y 73 años del Biobanco del Reino Unido.
Una vida saludable te brinda seis años más de vida
Los participantes fueron seguidos hasta 2016.
Los investigadores evaluaron la presencia de 36 afecciones crónicas y cuatro factores de estilo de vida autoinformados: actividad física en el tiempo libre, tabaquismo, dieta y consumo de alcohol.
Las limitaciones incluyen la naturaleza observacional del estudio,
En los hombres con múltiples afecciones crónicas, una puntuación poco saludable se asoció con una ganancia no significativa de 1,5 años de vida a los 45 años en comparación con una puntuación muy poco saludable, mientras que una puntuación saludable se asoció con una ganancia estadísticamente significativa de 4,5 años, y una puntuación muy saludable se asoció con una ganancia estadísticamente significativa de 6,3 años.
Las estimaciones correspondientes en las mujeres, 3,5 años, 6,4 años y 7,6 años, fueron todas ganancias estadísticamente significativas.
Un estilo de vida más saludable se asoció consistentemente con una mayor esperanza de vida a través de varios factores de riesgo individuales e independientemente de la presencia de múltiples condiciones médicas a largo plazo.
Entre los factores de estilo de vida individuales, el hecho de no fumar actualmente se asoció con el mayor beneficio de supervivencia. Se estima que a los 45 años, los fumadores actuales tenían una esperanza de vida entre 5 y 6 años más corta que los no fumadores actuales.
Los resultados sugieren que las recomendaciones de salud pública sobre la adopción de un estilo de vida saludable para reducir el riesgo de desarrollar afecciones crónicas a largo plazo se aplican igualmente a las personas que ya tienen múltiples afecciones crónicas.
La doctora Chudasama recuerda que cada vez «más personas viven con múltiples afecciones crónicas, lo que afecta su salud y su vida diaria.
Con acceso a un conjunto de datos del Reino Unido de más de 450.000 adultos, pudimos investigar los beneficios de un estilo de vida saludable en personas con múltiples enfermedades, concretamente la abstinencia de fumar, aumentó la esperanza de vida hasta en 7 años».
«Nuestro estudio tiene implicaciones importantes para la salud pública, ya que esperamos que nuestros hallazgos hayan demostrado que nunca es demasiado tarde para realizar cambios vitales en el estilo de vida», destaca.