Así se podría definir lo que está sucediendo con el acuerdo entre el Ejecutivo Municipal y el Ente Vial Municipal en Necochea.
En el año 2013, el ex concejal Horacio Castelli, presentó un proyecto denominado Emergencia Vial Urbana.
En él se ponía a disposición del Municipio, todas las maquinarias viales por el lapso de 90 días, para solucionar los graves problemas que existen en las calles de tierra del distrito.
El período de trabajo estaba pautado en los meses en que las máquinas no trabajan en los caminos vecinales y estaban ociosas.
Incluso, se había acordado que las empresas privadas, si era necesario, aportarían su trabajo dentro de la misma emergencia.
Sin embargo, un fuerte movimiento político, con intereses de desactivar cualquier medida que posicionara a un sector, impidieron que se votara esa iniciativa.
Meses después, con la llegada de las lluvias, se produjo un echo que marcó el grave error cometido por quienes se opusieron a esta iniciativa.
En agosto del 2013, en las PASO de ese año, miles de necochenses no pudieron asistir a votar porque la lluvia caída impidió que los vecinos pudieran salir de sus hogares.
Hoy, sin embargo, los integrantes del Ente Vial, siguen con sus errores conceptuales con respecto al papel que cumplen.
Hablan de «prestar sus máquinas», cuando las mismas pertenecen al Municipio, y en todo caso son «administradas» por el Ente.
Mesquindades políticas, ponen permanentemente al distrito en situaciones peligrosas, que ahondan los problemas estructurales.
