viernes, abril 19, 2024

Castelli, Locales, Opinión

EDITORIAL: Denuncias, mentiras y silencios

Sharing is caring!

Por Horacio Castelli

El caso D’alessio-Stornelli, comenzó a destejer un ovillo enredado y confuso que llega hasta las puertas del Bario Médanos de Necochea.

Esto se debe a una supuesta conversación que D’alessio tuvo con uno de los amenazados donde cuenta que tiene “hacer mierda a Roberto Porcaro”.

Días después de ese mensaje, habría comenzado una serie de artículos del diario Clarín, firmados por Daniel Santoro.

En las pruebas que está manejando el juez Federal de Dolores, Alejo Ramos Padilla, justifica esta situación para quedarse con la causa.

Incluso, el juez federal de Necochea, Bernardo Bibel, está impulsando una investigación sobre Roberto Porcaro cuya carátula es “cohecho y tráfico de influencias”.

Esto, alimentaría la legalidad del proceso de Ramos Padilla, para que no remita la causa a Comodoro Py.

La jurisdicción pertenece a los juzgados federales que están dentro de la provincia de Buenos Aires y no en Capital Federal.

Esta situación que tiene ribetes nacionales, también tiene repercusiones en nuestra ciudad, a raíz de las falsas denuncias efectuadas por Esnaola y Diez.

El problema de los dos ex concejales, es que tomaron la denuncia realizada oportunamente por el fiscal José María Campagnoli y la hicieron propia.

Cuando Esnaola fue citado a declarar ante el Fiscal y luego ante el juez Bidel, no supo aclarar nada de lo dicho, e incluso habría negado conocer el reglamento del Consorcio de Puerto Quequén.

Si esto se confirma, es una situación muy peligrosa para el ex edil, porque las denuncias públicas que realizó incluso en sesiones del Concejo Deliberante serían falaces.

Más allá, que el cuerpo deliberativo ofrece fueros para que lo allí se exprese no sea utilizado para querellas, las expresiones fueron públicas y marcarían la mendacidad de sus dichos.

Lo preocupante, es que dos de los concejales que impulsaron y votaron para destituir a un intendente, (Horacio Tellechea), son peligrosos y apelan a cualquier cosa.

La culpabilidad o no, de Roberto Porcaro, lo determinará la justicia, lo que sí ha quedado claro, es que Esnaola y Diez se sumaron a la denuncia de un fiscal para hacer politiquería barata, sin aportar nada y enlodando el proceso.

No es materia nuestra, juzgar, simplemente informar en base a las noticias que nos llegan de periodistas cercanos a la investigación, datos que recabamos en forma personal y trasladarlos a nuestros lectores.

Luego, la justicia determina culpabilidades legales y los ciudadanos deciden sobre la justicia social