El gobierno iraní hizo saber que no habrá margen alguno para renegociar el acuerdo nuclear, el mismo día que el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, denunció una peligrosa escalada de tensión entre Teherán y Washington.
El ministro de Exteriores iraní, Javad Zarif, aseveró hoy, en un video, que Teherán no «renegociará» el acuerdo internacional firmado en 2015 con el grupo «5+1», los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU -China, Francia, Rusia, Gran Bretaña y Estados Unidos- más Alemania, además de la Unión Europea.
El programa misilístico de Teherán no puede ser objeto de negociación internacional, a integración del acuerdo nuclear, por un motivo tan simple como obvio: es una cuestión interna que involucra la seguridad del país.
La dura posición iraní se produce después de la irritación que causó en la república islámica la acusación del premier israelí, Benyamin Netanyahu, sobre presuntas violaciones del acuerdo, celebradas por Trump y rechazadas por la Unión Europea y la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA, por sus siglas en inglés). Por su parte, Guterres advirtió que se vienen «tiempos muy peligrosos».
En declaraciones a la BBC, además definió al tratado como una «importante victoria de la diplomacia», el cual a su juicio no debe ser anulado sin una «válida alternativa».
Desde Moscú, el canciller ruso Serguéi Lavrov se alineó con las posiciones de Francia y Alemania, en la medida en que consideró que son altas las probabilidades de que los documentos que poseen los israelíes tengan que ver con viejas actividades.
Por consiguiente, «tales documentos deben ser entregados inmediatamente a la AIEA» para todas las verificaciones del caso, dijo.
El riesgo es que la propuesta de sanciones por parte de Estados Unidos perjudique el trabajo de años y eso alarma a Bruselas.
Fuentes europeas dejaron trascender que la UE está pensando en medidas para tratar de convencer a Irán que continúe respetando el acuerdo incluso si Estados Unidos saliese de él. Una tarea ardua, incluso porque el presidente Hassan Rohani se encontraría en una posición incómoda, al verse obligado a explicar ante muchos enemigos internos las razones de una «concesión». «Estamos trabajando en una serie de propuestas para proteger compañías y operadores europeos», afirmaron, asimismo, fuentes diplomáticas europeas. (ANSA).