La Misión de la ONU encargada de verificar el proceso de paz colombiano confirmó hoy la recuperación de nueve toneladas de explosivos, 321 nuevas armas y cerca de 100.000 cartuchos, entre otros pertrechos militares que pertenecían a las FARC.
El balance del arsenal guerrillero lo hizo en Bogotá el general argentino Javier Pérez Aquino, jefe de observadores de la Misión de la ONU, quien afirmó que el estado de la mayoría de armas incautadas es optimo.
«El estado de las armas es muy bueno, se los digo como militar, no serán el cien por cien, pero hay un gran porcentaje de las armas en muy buen estado», dijo Pérez Aquino, en una reiteración de lo dicho la semana anterior por Jean Arnault, jefe de la Misión de la ONU en Colombia.
El pasado 27 de junio, Arnault confirmó desde el sur del país de la recepción y registro de 7.132 armas de las FARC de «alta calidad y operatividad».
Ese día se concretó el desarme definitivo de los 6.803 ex combatientes que aguardan en 26 zonas de agrupamiento su paso a la vida civil y el fin de las FARC como grupo guerrillero.
En el informe difundido este viernes, la Misión de Naciones Unidas precisó que el arsenal recopilado estaba en 94 escondites de un total de 660 que las mismas FARC les revelaron, en el marco de su desarme.
Del total de escondites, o «caletas» como las llaman localmente, la ONU ya tiene planes definidos en 456 para la extracción de más material bélico, una labor que requiere del trabajo previó de los militares para asegurar las zonas donde se ubican de eventuales riesgos.
Según el balance entregado por Pérez Aquino, de los 94 escondites fueron recuperadas nueve toneladas de diversos tipo de explosivos, 92.131 cartuchos de diferentes calibres de armas ligeras, 1,189 granadas y 329 minas antipersonal, entre otro material.
El oficial argentino recordó que salvo las armas y la munición, el resto del arsenal es incinerado en mismo lugar donde se halló, por tratarse de «material inestable».
Reiteró que las armas serán fundidas y convertidas en tres monumentos dispuestos en Estados Unidos, Cuba y Colombia, mientras que el procedimiento con los cartuchos incluye su incineración, peso y embalaje para el balance general.
Pérez Aquino confirmó que a partir del próximo 1 de agosto saldrán de los 26 lugares de agrupamiento guerrillero todas las armas dejadas por los rebeldes y que desde ese momento esos sitios se convertirán en campamentos de transformación a la vida civil.
«Vamos a cumplir lo que está establecido en el acuerdo», sostuvo el general al mando de la verificación militar y en el terreno de la paz colombiana. (ANSA).
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