miércoles, noviembre 20, 2024

Castelli, Locales, Opinión

EDITORIAL: ¿Dónde están los radicales?

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Por Horacio Castelli

Esa es una pregunta que nos podemos hacer con un paneo en las elecciones próximas del 9 de agosto cuando las PASO deje en claro quién es quién. Incluso después de ese zarandeo electoral, los radicales se seguirán preguntando donde están parados.

Tres listas en lugares alejados de sus orígenes, sin representación de los Comités distritales y llevando en sus boletas a peronistas veneguistas unos y a margaritas que defeccionaron del la UCR hace tiempo, otros.

Y como si esto fuera poco, un candidato de antaño a la presidencia por la UCR como Leopoldo Moreau, apoyando jubilosa y entusiastamente a todo candidato kirchnerista que se presente a lo largo y lo ancho del país.

La UCR nació a partir de una revolución contra la década infame plagada de fraudes electorales como mínimo. Es decir fue un nacimiento revulsivo a una realidad que parecía inmodificable, hasta lograr que naciera la Ley Sáenz Peña con el voto secreto y casi universal (no votaban aún las mujeres).

Sin embargo, los pseudo radicales necochenses rifan año tras año, las bases, hasta doblar al partido poniéndolo de rodillas suplicando que los dejen participar en alguna alianza que otros crean y conforman.

Se convirtieron en socios menores y sin importancia para el resto de las fuerzas políticas que participan en cada alianza, e incluso en el caso de Los Progresistas, los radicales que acompañan a Kuhn, son mirados con el ceño fruncido y la nariz tapada.

Las enseñanzas de Yrigoyen, Balbín, Illia y Alfonsín como de tantos otros pro hombres del radicalismo han sido tiradas por la borda con la única intención de aferrarse a un cargo y sobrevivir en puestos políticos rentados sin importar la rica historia que a nivel local supieron defender una personalidad como Santiago Doumecq Millieu entre otros.

El sentido revolucionario, contestatario y rebelde del radicalismo se convirtió en falsos discursos que llevó al radicalismo necochense a una pobre imagen de acompañantes secundarios en las próximas PASO y rezando para que alguno de sus socios los convoquen para integrar un hipotético gobierno municipal.

La única esperanza que tiene el radicalismo local es la juventud que como en los inicios, en el 1900, se rebela ante dirigentes que auto gestionan su futuro y entregan mansamente los valores del radicalismo.

No hay justificativo alguno en lo político para que se deje de lado los valores dogmáticos que sirvieron para que la democracia y la política tuvieran siempre un lugar de razonamiento y defensa de las instituciones.

Sin embargo, los pseudo radicales de Necochea participaron de una vergonzosa e ilegal destitución de un intendente elegido por el voto popular, prosiguiendo luego con la aceptación como socios menores de los designios de Gerónimo Venegas y toda su estructura económico-legal que manejan desde Capital Federal.

Quienes acusaban al dirigente rural de Capataz de estancia,  se conviertieron en peones de sus intereses, en este caso con el escudito de la UCR aunque alejados de los valores que el mismo significa.

Por eso la juventud tendrá la responsabilidad de tomar las banderas que han sido pisoteadas por dirigentes que viven para si y para su profunda ambición.

No será un trabajo sencillo, pero seguramente tendrá al final del camino la satisfacción de recuperar el lugar, la esencia y la calidad institucional que siempre fue un signo de la UCR.