Por Miguel Abálsamo.
«Si ellos quieren…serán ellos», es un concepto dirigido precisamente a ellos, ambos que si quieren lo harán, ambos lo meditan, ambos siguen desensillando hasta que aclare, teniendo en cuenta que deberán apurar la máquina porque ya esta comenzando a nacer el nuevo día.
Ortega y Gasset, brillante escritor y filósofo español, conocedor de la idiosincrasia argentina dejó un sello de marca indeleble…»Yo soy yo, y mi circunstancia».
Uno esta condicionado por lo que piensa, quiere y por lo que vive, siempre buscando reconciliar el racionalismo (Pensamiento de la razón) y el Vitalismo (Valor de la vida, el tiempo y nuestra historia).
Dos elementos necesarios para unificar una comprensión, explicando el sentido total.
Idealismo y realidad.
El ex intendente profesor Horacio Tellechea y el interino José Luis Vidal se doblan por mitades, el primero votado por el pueblo no es intendente, el segundo es interino queriendo ser el electo por cuatro años. Los une algo en común, a los dos les esta faltando algo en el complemento político.
Compartieron ese sillón principal del Departamento Ejecutivo, dicho metafóricamente, más que un sillón uno idealiza su proyecto y apunta con acciones al mejoramiento de la vida colectiva de su comunidad.
Algo los identifica.
Son dueños del destino con sus decisiones.
Si ellos quieren serán.
Uno tuvo que decir «adiós» antes de tiempo reglamentario, y el otro prepara su «adiós» el diez de diciembre del año que va caminando en el almanaque.
Quien dice «adiós» sin ganas de marcharse, es porque ganas tiene de quedarse.
Ni Horacio ni José Luis, tienen el «adiós» fácil, menos aún cuando saben que tienen nafta en el tanque y todo indicaría que es poco probable que aparezcan competidores muy superiores en el clima interno camino a las PASO.
«Vidal será nuestro candidato a intendente», repiten las voces de su equipo de gobierno, hecho que ya es admitido en la calle y cada paso que da día a día produce su aceptación o negación. Estar al frente del municipio da ventajas y acarrea problemas, siempre sin embargo es contar con un aparato promocional y decisiones que acercan al ciudadano cuando son correctas.
Vidal suele repetir que lo único claro que tiene a partir del diez de diciembre es que sigue siendo titular del Sindicato de Trabajadores Municipales, lo demás es incierto.
Tellechea suele repetir que es tiempo de esperar, mirarse en espejos para no cometer errores que tuvo, confiar en su mesa chica, y no dejarse seducir en el trámite rápido por diferentes sectores que intentan sumarlo a sus filas.
Se dice que hay números en mano en la ciudad con referencia a dos encuestas, una estrictamente reservada a la que no pudimos acceder, y otra que se filtra por descuido o por estrategia en diferentes ámbitos, donde el Partido Fe en las figuras de Rago-Aued-Rojas suman para primer lugar, Facundo López tiene exactamente los mismos votos encuestados que su líder Sergio Massa, un radicalismo alejado del calor popular y debatiendo su destino, y un Frente para la Victoria con sus cuatro exponentes, José Luis Vidal, Horacio Tellechea, Ricardo Calcabrini (sciolismo puro) y Luciano Lescano, donde sumando cuarteto lo deja, a pesar de todo lo sucedido, en un lugar expectante para una elección decorosa, aunque todavía lejana de pelear una intendencia con reales posibilidades, mientras que el Pro de Mauricio sigue en ascenso distinguiéndose una presencia, la del candidato a intendente, hoy indiscutido del sector, Leonardo Ruggiero.
El Frente para la Victoria tiene dos instancia para relanzarse a la posibilidad competitiva, o bien en una PASO que defina el candidato a intendente y todos a acompañar, o lo más improbable por los intereses personales que rodean al mundo de la política, una lista única con los mejores candidatos allí presentes.
El intendente interino medita y no quiere pisar en falso, tampoco es cuestión de apurar abajo cuando todavía no esta toda la carne al asador arriba, con una lista interesante de candidatos a gobernador, Bossio, Mussi, Dominguez, Mariotto, y la primerísima figura estelar e irremplazable en el Frente para la Victoria, Cristina F. de Kirchner, quien tiene la voz final y la conducción clara.
Si Tellechea y Vidal confluyen en un mismo espacio, algo que hoy parece lejano, habría lugar para ambos, hasta algunos comienzan a mirar con entusiasmo la posibilidad de una misma fórmula Tellechea intendente, Vidal primer concejal.
«Descabellado», me aseguraba una figura K de primera línea, diciéndome que las campañas no se hacen con fotocopias y esto ya pertenece al pasado.
«Veremos», desde otro vereda, también figura en el universo K, dejaba traslucir otro dirigente, guiñando un ojo cómplice, como queriendo dejar establecido que sabe más de lo que dice o sueña más que la propia realidad.
Si el Frente para la Victoria no logra una interna que termine erigiendo un buen candidato y luego seducir a la sociedad con propuestas concretas y exhibición de un candidato presidencial fuerte esta condenado a sumar algunos concejales olvidándose de cotejar por lo grande, o bien sentar a una misma mesa a todos los candidatos y definir un plan de acción conjunta.
Horacio Tellechea tiene en claro un tema, no esta abrumado por el pasado ni tampoco esta vengativo en el futuro, sigue armando equipo, apagando o prendiendo celular según las circunstancias y en su mesa chica tiene un lugar innegociable, la primera candidatura a concejal del profesor Horacio Castelli, hombre de su estricta confianza, ganada en los momentos más difíciles que el ex intendente le toca vivir, algo que parece dividir al «vidalismo», que no logró abrir huellas de diálogo cuando el «tellecheismo» espero el gesto de devolverlo a la banca al periodista, lo que hubiese posibilitado un acercamiento que todavía esta distante.
Podemos adelantar que Tellechea estaría decidido a presentarse en el 2015 o bien en las PASO (Primarias Abiertas Simultaneas y Obligatorias) o por fuera con un partido propio, que ya tiene. Un partido que participó en pasadas elecciones conformando frentes electorales, esta perfectamente en lo legal y nunca tuvo participación en el poder.
El interrogante en el «vidalismo» es cuando será el momento del lanzamiento, porque mientras José Luis Vidal no lo decida el tiempo corre, lo cual deja lugar al pensamiento, ocurrirá a último momento, nombrará verticalmente a quien sea, negociará con otros sectores o bien con estos movimientos detiene cualquier atisbo interno de dirigentes con ansías de asumir candidaturas, Juan Domingo Larrea, Camilo Vidal, Ana Asa, entre otros.
Es cierto que hay cosas que dependen de uno, también lo es aquello de con la mitad de ganas vivimos el doble, creo que ambos tienen ganas.
Un Frente para la Victoria muy paralizado, con iniciativas en cuanto a anunció de obras públicas (vía su Director, ingeniero Carlos Samprón), el aporte del ENTUR, a través de Alberto Condenanza, convocatoria de fiestas populares, preparativos para un doce de octubre nuevo aniversario de la ciudad en vísperas de definiciones electorales y entre medio más realizaciones, de esas que unen a la familia y terminan en elogios a la administración.
¿Alcanza? No.
Porque el equipo no esta integrado al proyecto político, un área de cultura inexistente, sin creatividad ni ejecución, Desarrollo Social que eclipso el brillo que su titular la doctora Natalia Picciana tenía en la OMIC donde se movía como pez en el agua.
La movida de Juan C. De Francisco a la Secretaría de Gobierno en reemplazo del doctor José María Álvarez, ahora en Salud, por ahora es un cambio que habrá que esperar para ver sus frutos. El intendente interino tiene tiempo y deberá accionar con otras movidas, pensando en la lealtad para adentro pero también en abrir puertas para afuera, al fin y al cabo es el conductor y los demás fusibles cambiados cuando lo considere conveniente.
Lo que queda en evidencia a simple vista y sin ser un enorme observador político, es que José Luis Vidal y Horacio Tellechea siguen siendo piezas en el esquema del Frente para la Victoria, donde salvo las dos apariciones del licenciado Calcabrini por el «naranja» y Lescano, no ha habido motivaciones, y difícilmente se encuentren en estos próximos y decisivos 60 días hasta el cierre de listas en la primera quince de junio.
La pregunta final sería: ¿puede haber unidad del «vidalismo» y el «tellecheismo», y apertura unificadora a todos y todas, puede haber compulsa interna, o ambos correrán por separado, Vidal a las PASO y Tellechea a la general con partido político propio ?
En semanas tendremos las respuestas.
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