Para poder alcanzar la igualdad de género es fundamental reducir la violencia contra las mujeres, afirmó hoy en una entrevista con Efe la directora ejecutiva de ONU Mujeres, Phumzile Mlambo-Ngcuka.
«Hay áreas críticas, como la reducción de la violencia contra las mujeres, que hace necesario que los países cumplan las leyes que tienen», remarcó la diplomática sudafricana.
Mlambo-Ngcuka participa en Chile en una reunión de alto nivel organizada por ONU Mujeres y el Gobierno chileno, que congrega desde hoy a mujeres líderes de 60 países para abordar la participación femenina en la toma de decisiones y su acceso a cargos de poder.
El título del encuentro -«Las mujeres en el poder y en la toma de decisiones: construyendo un mundo diferente»- evoca una realidad aún lejana por problemas endémicos que no conocen fronteras y afectan a todo el mundo por igual.
«Hay grandes barreras en el acceso a la educación para las niñas, que en muchos países aún no van a la escuela, o los matrimonios infantiles, que es un gran problema que debemos enfrentar», afirmó la líder de ONU Mujeres, que en 2013 sucedió en el cargo a la actual mandataria chilena, Michelle Bachelet.
«También hay que trabajar para conseguir el mismo sueldo para el mismo trabajo que los hombres», señaló Mlambo-Ngcuka, quien precisó que estos temas serán prioritarios para el organismo que dirige en los próximos cinco años.
La violencia física y psicológica contra las mujeres es un lastre también en América Latina, una región que, según la directora ejecutiva de ONU Mujeres, se encuentra «en el medio» en el ránking de los sitios donde más se ha avanzado en la igualdad de género.
«Hay algunas áreas en las que América Latina ha hecho grandes progresos. En muchos países, por ejemplo, se han establecido instituciones que se ocupan de la igualdad de género y tratan de hacer muchos cambios», sostuvo.
Además se han realizado enormes avances en la reducción de la pobreza y en facilitar el acceso a la educación, aunque el telón de Aquiles sigue siendo las elevadas tasas de violencia física, explicó Mlambo-Ngcuka, que ha ocupado varios ministerios en Sudáfrica y fue vicepresidenta del país entre 2005 y 2008.
La presencia de mujeres en altos cargos políticos o en directorios de empresas ha mejorado en los últimos años pero sigue siendo minoritaria, especialmente en el sector privado.
Las mujeres representan menos del 5 % de los principales ejecutivos de las 1.000 empresas más grandes y ocupan solamente el 11 % de los sitios en las juntas directivas de las principales compañías del mundo.
«Si todo sigue así y no se producen cambios significativos, nos tomará 81 años alcanzar la igualdad de género en el sector privado, y eso es inaceptable», afirmó la líder de ONU Mujeres.
Las cosas están un poco mejor en el ámbito político, donde ellas representan casi el 22 % de todos los parlamentarios frente al 11,3 % de 1995, cuando se celebró en Pekín la cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer y se adoptó un ambicioso plan de acción para promover la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres.
«En representación política estamos algo mejor, pero no lo suficiente. Los partidos hacen política para solucionar los problemas de la Humanidad, pero este es un problema que no están arreglando», apuntó.
Aún así, la diplomática sudafricana considera que también hay que atribuir una cuota de responsabilidad a las propias mujeres, que a menudo «votan por hombres al poder» a la hora de elegir a sus representantes.
Mlambo-Ngcuka se mostró convencida de que la reunión de este viernes y sábado en Santiago será un éxito a pesar de la ausencia de prominentes líderes como la canciller alemana, Angela Merkel, o la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, quienes fueron invitadas pero no pudieron asistir al encuentro.
«Hay muchas líderes en el mundo, no podemos tenerlas a todas en una habitación», explicó la política sudafricana, quien adelantó que Merkel envió un mensaje que será leído en la reunión con lo que a ella la hubiese gustado decir en persona. EFE